Más precariedad y discriminación directa: así afrontan las personas migrantes el acceso a la vivienda

Valladolid

No hace falta insistir en que el acceso a la vivienda es uno de los principales problemas en la actualidad, también en Castilla y León. Pero todo se vuelve mucho más complicado si se trata de personas migrantes o racializadas.

Para empezar, por el propio precio del alquiler, que ha aumentado en todas las provincias de la comunidad un 5% de media en el último año. A menos ingresos, menos posibilidades de acceder a un recurso habitacional.

Una circunstancia que explica Daniel Duque, de la ONG Accem, organización que trabaja con personas migrantes en la comunidad: "Las personas con ingresos más precarios, que coincide con personas migrantes porque están también en los trabajos más precarios, provoca que el acceso sea más complicado y tienen que vivir en determinados barrios, lo que afecta también los servicios comunitarios".

Discriminación directa

Al precio se unen otras circunstancias claramente discriminatorias; un estudio elaborado por Provivienda ha detectado que la discriminación directa, es decir, la que surge cuando la persona que quiere alquilar es migrante, ha llegado al 99%, más de veinte puntos en solo cuatro años.

Se segrega por origen, es decir, no hay problemas con personas que proceden de países de la Unión Europea o de EEUU, pero se excluye a aquellas que llegan de África, Asia y América Latina, y lo hacen de formas muy diversas: se niega la disponibilidad del piso, se pide más documentación previa de lo habitual, se penaliza en los seguros de impago a personas que no son españolas y seles da un trato menos amable.

No es de extrañar que casi el 20% de los incidentes discriminatorios denunciados por Accem estén relacionados con la vivienda: "Nos hemos encontrado con circunstancias en las que es el dueño de la inmobiliaria quien le indica al dueño que mejor que no alquile a personas migrantes; esto no estaba tan extendido y en los últimos años lo estamos detectando".

Accem pide más sensibilización y un parque público de alquiler que atienda a las necesidades reales de los ciudadanos, también los que peores condiciones económicas presentan.

Otros datos

Ese estudio de Provivienda, una organización sin ánimo de lucro que trabaja para garantizar el derecho a la vivienda, se recogen otros datos que constatan las dificultades de las personas migrantes al mercado de la vivienda, por ejemplo en lo que se refiere a la ubicación de las zonas a las que pueden acceder.

El documento, que ha sido elaborado a partir de llamadas a inmobiliarias por parte de dos perfiles -español y extranjero- con condiciones idénticas, la simulación de propietarios que solicitan explícitamente no alquilar a personas extranjeras y entrevistas a expertos, recoge que al perfil español se le ofrecen el doble de alternativas y más diversidad de zonas.

De esta forma, el perfil extranjero queda relegado a zonas periféricas, históricamente receptoras de migrantes, reforzando la concentración urbana.

También constata la presencia de estereotipos como "activadores de la discriminación", dado que se presupone el impago o los malos hábitos en la vivienda. Además, señala que estas creencias "se activan por señales como el acento, nombre, color de piel o nacionalidad".

Finalmente, constatan la falta de mecanismos de protección, dado que las personas migrantes "carecen de herramientas para defenderse ante estas prácticas".