La enfermedad 'silenciosa' que quiere alzar la voz: las personas con diabetes reclaman mejor atención y más investigación

Valladolid

Además de un acto institucional en el Ayuntamiento, otras actividades mesas informativas o puntos para medir la glucosa en sangre forman parte de la campaña prevista con motivo del Día Mundial de la Diabetes por la asociación ADIVA que, en la provincia, engloba a 900 socios. Pero la enfermedad afecta a unas 30.000 personas en Valladolid.

Cada vez se diagnostican más casos del tipo 2, que afecta a adultos y tiene que ver, en la mayoría de casos, con malos hábitos de salud, pero también de tipo 1, habitual en niños y jóvenes por factores hereditarios o autoinmunes. La tecnología juega a favor de este colectivo, con avances como las bombas de insulina. Avances que no llegan aquí con la rapidez que sí lo hacen a otros territorios. Lo explicaba en Hoy por Hoy, Emilio Fernández, presidente de ADIVA. Pone para ello el ejemplo de Cantabria, territorio vecino y uniprovincial donde se ofrecen dispositivos casi a la carta, algo que se "complica" en una autonomía como Castilla y León donde la dispersión poblacional y el envejecimiento juegan a la contra.

Enfermería escolar: asignatura pendiente

Otra reivindicación pendiente es conseguir que haya personal de enfermería en todos los centros escolares. Tanto para atender a los menores con diabetes como para asistir a quienes presentan otras patologías.

El problema, dice Fernández, está en que desde SACYL son incapaces de cubrir las necesidades ni siquiera en los centros de salud. En cualquier caso, es optimista. Recuerda que en los concertados, donde las familias pagan una cuota para ello, "ya hay en casi todos" y cree que en los públicos "gracias a la presión" que ejercen las federaciones de pacientes pero también sindicatos como CSIF, con una recogida de firmas para que las Cortes de Castilla y León aborden el asunto también "llegará".

El coste mensual para atender a un paciente con una diabetes bien controlada para la sanidad pública ronda los 300 euros mensuales, el doble si no hay un buen control. Cantidad que se dispara a los 2.000 euros para un paciente con diabetes tipo 2.