Biocastanea cierra la edición 2025 con la mirada puesta en el potencial "infinito" de la transformación
El trabajo en Europa debe dirigirse hacia la promoción del consumo de la castaña y de nuevas plantaciones para cubrir la demanda. Y en eso se trabajará desde el grupo europeo formado por Portugal, Austria, Grecia, Francia, Italia y España
hiroyuki nakai
Ponferrada
El director de la Mesa del Castaño del Bierzo y promotor de Biocastanea, Pablo Linares, considera que cada año se demuestra más el interés internacional que despierta esta cita con la investigación y la producción de un sector que todavía tiene mucho futuro por delante. "Hay que buscar en Europa la promoción de la cultura del consumo de la casta. En España, y lo vemos en el Bierzo, su consumo está encasillado a los magostos, a la tradición de platos como leche con castaña...pero el potencial de los procesos de conservación permite mil y un transformado de castañas", explica Linares quien tiene claro que la tendencia del mercado es además del consumo del producto para cocinar, mientras que la castaña en fresco ha bajado. La idea, por tanto, es intentar promocionar la cultura de la transformación "hasta que lleguemos a los niveles de Italia que tiene en los lineales de sus supermercados decenas de productos en los que aparece la castaña transformada".
Cooperativas para transformación, un modelo a seguir
En paralelo, Linares entiende que el Bierzo puede seguir el ejemplo de la región francesa de Ardèche, invitada especial en esta edición, con el emprendimiento de la transformación en el lugar de origen. No se trata de crear grandes industrias, sino pequeñas industrias de carácter familiar o asociativo que permitan la formación de un tejido empresarial que, mediante el valor añadido, ofrezcan la posibilidad de aumentar el empleo y mejorar las condiciones económicas y sociales, fijando al mismo tiempo población en lugares que tienen grandes problemas de despoblación, de envejecimiento y pérdida de poder adquisitivo y servicios.
