El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha recibido este sábado el alta médica del Hospital de Sant Pau, donde se hallaba ingresado, al evolucionar favorablemente del ictus que sufrió el pasado lunes. Según informa el Hospital de Sant Pau en un comunicado, el expresidente catalán ha recibido el alta médica a las 10.00 horas de hoy de la Unidad de Ictus del citado centro hospitalario. Dada la buena evolución de su estado neurológico, el equipo médico que lo ha atendido ha decidido darle el alta hospitalaria en su domicilio, donde continuará con la rehabilitación motora y de lenguaje. «En las últimas 48 horas, el señor Pujol ha presentado una buena evolución de su estado neurológico, persistiendo en el alta algunos déficits del lenguaje», señala el Hospital de Sant en el citado comunicado. No obstante, el equipo médico prevé una buena evolución en las próximas semanas y, a partir de ahora, el expresidente catalán seguirá con los controles ambulatorios en las consultas de Neurología del hospital para hacer el preceptivo seguimiento. Jordi Pujol ingresó el pasado lunes a las cinco de la tarde en urgencias del Hospital de Sant Pau procedente del Hospital de Barcelona para la evaluación y tratamiento de un ictus. Los síntomas comenzaron a las once de la mañana de ese mismo día con un trastorno en el lenguaje, por lo que fue trasladado al Hospital de Barcelona, donde confirmaron la existencia de un ictus isquémico, es decir, un ictus por falta de flujo sanguíneo cerebral. Este hospital, junto a la familia, decidieron su traslado al Hospital de Sant Pau para valorar potenciales tratamientos. A su llegada, y de acuerdo con el protocolo hospitalario por ictus, se la practicó un tac craneal que detectó la presencia de una obstrucción de un segmento intracraneal de la arteria cerebral media izquierda. Tras valorar el caso de forma multidisciplinar, y dado que los síntomas persistían y estaban dentro de las primeras ocho horas desde el inicio de los mismos, se inició con el acuerdo de la familia un tratamiento endovascular, que consistió en una trombectomía mecánica mediante cateterismo vía femoral. Este procedimiento confirmó una obstrucción aguda de la arteria cerebral izquierda, y se procedió a la extracción del trombo mediante aspiración, lo cual logró un buen flujo de la arteria obstruida.