La oposición eleva el tono para evidenciar la minoría del nuevo gobierno de Aragonès

Barcelona

El presidente Pere Aragonès ha dejado claro que no comparte la decisión de Junts per Catalunya de abandonar las responsabilidades de Govern porque "se sirve mejor desde el ejecutivo que desde la oposición". Reprochó a sus ex socios haber optado por una "oposición cómoda" y le instó a abandonar "el inmovilismo y el enroque en momentos de dificultad". Sin embargo, ha hecho un llamamiento a todas las fuerzas con las que hasta ahora ha llegado a acuerdos, también a Junts, a forjar entendimientos "no a favor del gobierno" sino "medida a medida". La principal y más acuciante, los presupuestos.

En este sentido, el jefe de la oposición, Salvador Illa, ha vuelto a tender la mano al presidente para aprobar las cuentas "la próxima semana" y "sin excusas", para tenerlas en vigor el próximo 1 de enero. De hecho, ERC y PSC suman 66 diputados, uno más que la mayoría absoluta del Parlament. Por ahora la prioridad del presidente es aprobar las cuentas con Junts, y por eso el jefe de filas socialista ha exclamado: "¡No lo entiendo! ¿Qué quiere decir que echa al vicepresidente y ahora dice que quiere reeditar el apoyo?".

Junts, en boca del presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, ha evitado hablar de las cuentas, que hoy por hoy la formación ya ha dicho que se sitúan en el no, y Batet ha centrado su discurso en evidenciar la soledad del gobierno: "la realidad es que está solo, usted ha elegido estar solo". Batet ha advertido que su partido hará una oposición propositiva dando cumplimiento al mandato del 1 de octubre.

Por su parte, la líder de los comunes en Catalunya, Jessica Albiach, no ha dado por sentado su apoyo a las cuentas y ha recordado a Aragonès que las mayorías "no se decretan, se construyen y se negocian", y hasta ahora, según Albiach, el presidente no lo ha hecho: "Los actos de fe, en la iglesia. En el Parlament se viene a dialogar y negociar".