La consejería catalana de Salud regula que las máquinas de 'vending' en los hospitales ofrezcan productos más sanos
Este cambio también afectará a los servicios de cafetería y comedor de los centros sanitarios

Joven frente a una máquina de vending / Justin Sullivan

Barcelona
La consejería de Salut de la Generalitat de Catalunya quiere restringir el acceso a los alimentos y bebidas no saludables en las diferentes máquinas expendedoras que se encuentran en los hospitales catalanes. La consejería pretende que se dé prioridad a los productos que tengan menos azúcares, sal y grasas añadidos.
El objetivo de Salut es garantizar que los productos de comida y bebida que se venden dentro de los centros sanitarios sean adecuadas y fomenten una dieta saludable y sostenible. La instrucción del Departamento recomienda dar prioridad, como mínimo en el 75% de la oferta, a fruta y hortalizas frescas, frutos secos, crudos o tostados, no fritos, pan integral y lácteos, entre otros. La indicación es que se dé máxima visibilidad a los alimentos saludables, que queden a la altura de la vista. En cuanto a las bebidas que no sean agua, se apuesta por el té o café y refrescos sin azúcares añadidos.
La medida entra en vigor este lunes y los centros hospitalarios deberán cumplirla en un plazo máximo de seis meses o cuando finalice el contrato con los actuales proveedores. Otra de las indicaciones de la consejería es retirar los alimentos no saludables de las cajas y de los lugares de paso obligatorio.
Maria Manera, dietista y nutricionista de la Agència de Salut Pública de Catalunya, es una de las personas que están detrás de esta medida: “Creemos que tenemos que enviar un mensaje coherente entre lo que recomendamos a la población y el que el mismo departamento de Salut o las entidades proveedoras de estos servicios que se ofrecen en los centros de salud”.
“Las administraciones, en el fondo, tienen la responsabilidad de modificar estos entornos para hacer que las opciones saludables sean más accesibles, que sean más fáciles, para evitar una epidemia de obesidad”.
"Nos hemos planteado que un 75% de la oferta sea de productos alimentarios sanos, teniendo en cuenta que ahora partimos de una situación mucho peor. Seguramente se trate de pasos intermedios hasta llegar a un marco más ideal. Una opción era llegar directamente al 100% y, otra, la de plantear un periodo más transaccional del 75% de la oferta. Sería un cambio muy, muy importante respecto a la situación que hasta ahora estamos teniendo". "Un proceso que facilite la aceptación de la población y de todos los agentes implicados".
“Se trata de una reclamación de los profesionales sanitarios desde hace tiempo, también la encontramos en las redes sociales y era una preocupación de la Agència de Salut Pública. Desde el año 2009 tenemos un documento sobre la regulación de estos alimentos en los espacios para la infancia y la juventud y, posteriormente, se trasladó a los entornos laborales. En el 2018 empezamos con las recomendaciones, pero a veces no es suficiente y se debe pasar a la regulación”.
“En nuestro caso, no podemos intervenir en la elaboración de los menús que se ofrecen en los hospitales, aunque también es deseable que lo que se ofrece a las personas ingresadas tenga un perfil coherente con una alimentación saludable, claro”.





