Los Mossos d'Esquadra detienen a un hombre por simular su propio secuestro en Sabadell
El detenido se hizo pasar por sus supuestos secuestradores y contactó con su madre por teléfono para exigirle 2.500 euros como condición para liberarle
Mossos d'Esquadra / ACN
Barcelona
Los Mossos d'Esquadra han detenido a un hombre de 52 años como presunto autor de la simulación de su propio secuestro. El arrestado había hecho creer que estaba privado de libertad y que sus supuestos raptores pedían 2.500 euros como condición para liberarle.
Los hechos se remontan a la tarde del 20 de marzo cuando la madre del detenido recibió una serie de mensajes en su móvil donde le alertaban de que su hijo estaba secuestrado y exigían el pago de 2.500 euros. De no satisfacer el pago, los secuestradores amenazaban con provocarle lesiones a la víctima. Preocupada por los mensajes que había recibido, horas más tarde, la madre se dirigió a la comisaría de Sant Cugat del Vallès para presentar una denuncia.
El detenido ha quedado en libertad con cargos después de pasar a disposición judicial
La Unidad Central de Secuestros y Extorsiones de la DIC se hizo cargo del caso después de las pesquisas iniciales que habían llevado a cabo agentes de investigación de la comisaría de Rubí. Desde un primer momento se dio credibilidad al secuestro y se activaron los recursos habituales en estos casos con el objetivo de localizar y liberar a la persona supuestamente secuestrada.
Según relatan los Mossos d'Esquadra, la tarde del día siguiente los investigadores descubrieron que la persona supuestamente secuestrada estaba en el centro de Sabadell y que se le había visto mientras caminaba por la calle. El hombre reconoció haberse inventado el secuestro con el objetivo de conseguir dinero para afrontar unas deudas personales. Los agentes le detuvieron por la presunta simulación del secuestro y por un delito de amenazas condicionadas con ánimo de lucro hacia la denunciante, a la que el arrestado había impuesto el pago del rescate mediante las amenazas hacia su propia vida.
Simular un delito de esta gravedad conlleva responsabilidades penales, además de suponer un desperdicio de recursos.




