Tribunales

Prisión provisional para el acusado de matar a su pareja embarazada: la asfixió "por celos"

El acusado pidió a un amigo que llamara al 112 y dijera que la víctima había caído por tres escalones

GRAFCAT403. MANRESA (BARCELONA), 16/05/2023.- Vecinos y amigos durante la concentración que se ha celebrado este martes en la Plaza Mayor de Manresa (Barcelona) por el asesinato de una mujer de 31 años, que estaba embarazada, el pasado 6 de mayo, cometido presuntamente por su pareja que fue detenido ayer. EFE/Siu Wu / Siu Wu (EFE)

Barcelona

El juzgado de Violencia sobre la mujer de Manresa ha enviado a prisión al acusado de matar a su pareja, que estaba embarazada de cuatro meses. Se llamaba Arantxa, tenía 31 años y, según su entorno, era víctima de maltratos habituales. Su novio, el detenido, la encerraba en casa "para evitar que la gente viera las marcas de violencia que le había provocado", según el auto de prisión. El pasado 6 de mayo, según los investigadores, el acusado la golpeó y la asfixió movido por los celos.

La noche anterior, la del viernes 5 de mayo, la pareja acudió a casa de unos amigos de fiesta. Allí, bebieron alcohol, hasta que el acusado recriminó a la víctima que estuviera con ellos, molesto, según los testigos, por el hecho "que ella lo estuviera pasando bien". El joven llegó a decir en varias ocasiones "esta noche voy a dormir en la cárcel". A las 23h, se llevó a la víctima a casa entre gritos.

A las 8:49h, del sábado 6 de mayo, emergencias recibió una llamada. El acusado había pedido a un amigo que le acompañara a casa y que llamara al 112, indicándole lo que debía decir: que Arantxa se había caído por las escaleras, en concreto, por tres escalones que separan la cocina del comedor. Cuando los servicios de emergencia llegaron, encontraron al acusado y a su amigo fumando tranquilamente en el rellano.

Dentro del domicilio, estaba el cadáver de la joven "en una posición antinatural", según el atestado policial. Tenía golpes en la cara y en el abdomen, y marcas en el cuello a causa de la asfixia. Los Mossos d'Esquadra encontraron también manchas de sangre en el grifo y el fregadero, en el frigorífico, el interruptor del baño, así como el cubo y el palo de la fregona. La inspección ocular halló pruebas de que se había fregado la cocina y que se había arrastrado el cadáver "para simular una caida accidental".

Después de interrogar a testigos y practicar varias diligencias, los investigadores han reconstruido lo que, de verdad, creen que pasó: que tras la discusión, el acusado fisgoneó el móvil de la víctima. "Muy provablemente encontró una conversación de la víctima con su expareja en la que ella le decía "te amo" y expresiones afectuosas". "Dichos mensajes fueron enviados entre las 2:00h y las 3:00h de la madrugada", explica el auto de la jueza.

La víctima también llamó a su prima, indicándole que quizás fuera a pasar la noche a casa de ella por miedo a su pareja. Fue la última persona que habló con Arantxa, dado que el acusado le arrebató el móvil de las manos. "La hipótesis es que el investigado la agredió dándole varios golpes y finalmente la asfixió", concluye la magistrada.

Tras el crimen, el acusado volvió a casa de sus amigos, consumió cocaïna y pidió a uno de sus amigos que le acompañara a casa. Éste escuchó como el acusado llamaba a su madre y le decía que "había hecho algo muy grave", "que no sabía lo que iba a hacer". "Todo apunta a que el móvil del homicidio fueron los celos", concluye el auto de prisión. Los Mossos d'Esquadra detuvieron al sospechoso diez días después, y este miércoles ha ingresado en prisión acusado de homicidio.

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