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Una denuncia cada tres días por volar drones sin permiso en Cataluña

La normativa europea obliga a que los aparatos estén dados de alta y que los pilotos sigan una formación

Un dron sobrevolando un campo. / AESA

Barcelona

La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) registra una denuncia cada tres días por hacer volar drones sin permiso en Cataluña. Son un total de 107 hasta noviembre de este año, lo que significa que cerrarán el 2023 con menos denuncias que el 2022, que registraron 132. La mayoría de las denuncias se concentran en la provincia de Barcelona. Desde AESA, detectan que, entre los denunciados, existe una proporción muy alta de turistas extranjeros, que llevan su dron para grabar vídeos de las vacaciones.

En enero de 2021, se empezó a aplicar una nueva normativa europea que obliga a todos los drones que pesen más de 250 gramos o que tengan cámara a estar registrados, independientemente de si tienen un uso recreativo o profesional. Los profesionales argumentan que hay que tener cuidado, sobre todo en la ciudad. "No es ni mucho menos improbable que haya una pérdida de control. De hecho, cuando uno opera mucho su dron, no es de extrañar que en algún momento haya un error en la batería o una pérdida de radio enlace", explica Roberto Gándara, jefe de formación y tecnología de drones en AESA. "Si no están bien controlados, pueden caer drones de 4 o 10 kilos y esto puede ser bastante grave", añade.

Según Gándara, también es importante tener todos los drones registrados para poder vigilar si se hace un uso lícito y para garantizar la privacidad de las personas de alrededor. "Tienen unas cámaras excelentes", recuerda, "los drones pequeños hacen grabaciones de calidad cinematográfica y pueden utilizarse para grabar imágenes que no corresponda".

Los motivos de las denuncias

Sin embargo, la mayoría de las denuncias son por el uso de drones por parte de personas que no están formadas como pilotos y que hacen volar aparatos que no están registrados. "La siguiente infracción más común, que ya es bastante peligrosa, es operar muy cerca de aeródromos -helipuertos o aeropuertos- poniendo en peligro otras operaciones aéreas", apunta Gándara. En grado más bajo, pero cada vez más frecuentemente, también detectan a personas que hacen volar drones a más de 120 metros de altura. "Es la altura a la que vuelan las aeronaves tripuladas y podría causar un accidente muy grave", señala.

En 2019, en Cataluña había 650 operadores registrados. Ahora, ya son 10.900, según los datos de AESA. Es la tercera comunidad con más drones, por detrás de Andalucía y Madrid. En los últimos años ha sido un producto muy vendido y regalado. A partir del próximo año, todos los drones de más de 250 gramos que se comercialicen deberán llevar una nota informativa con las obligaciones del propietario.

Categorías de vuelo

Existen tres categorías de vuelo: la abierta (menor riesgo), no requiere ninguna autorización especial y no permite el vuelo sobre concentraciones de personas. También está la específica (riesgo medio) y la certificada (mayor riesgo), cada una con sus requisitos. Gándara reivindica la labor de divulgación de AESA. "Pedimos que los operadores se remitan a nuestra web porque hemos detectado que hay foros que, aunque tienen buenas intenciones, hay veces que confunden", argumenta.