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Dani Alves, condenado a cuatro años y medio de prisión por violación

El Tribunal asegura que las pruebas y los testigos apuntalan el relato de la víctima de que sufrió una penetración vaginal sin consentimiento y no aplica el atenuante de embriaguez al exfutbolista

Inés Guardiola: "Vamos a recurrir la sentencia, sigo creyendo en la inocencia de Alves"

Barcelona

El exfutbolista Dani Alves ha sido condenado a cuatro años y medio de cárcel y cinco de libertad vigilada por violar a una joven de 23 años en el baño de un reservado de la discoteca Sutton de Barcelona, la noche del 30 al 31 de diciembre de 2022. La Audiencia de Barcelona ha comunicado la sentencia a las partes hoy a las diez de la mañana, dos semanas después del juicio. Alves, además, tendrá que indemnizar a la víctima con 150.000 euros y no se podrá acercar a ella durante nueve años y medio. El exjugador ya ha cumplido un año de prisión provisional en Brians 2.

El Tribunal considera que las pruebas y testigos apuntalan el relato de la víctima: "existen suficientes corroboraciones periféricas que apuntalan la versión de la denunciante con respecto a la penetración vaginal inconsentida" y señala la existencia de secuelas a la denunciante. Ha valorado que la versión de la víctima es sólida y no ha variado a lo largo del procedimiento, a diferencia de lo que contó el exjugador. Además, destaca que la víctima no tenía interés económico porque rechazó el pago previo al juicio que le ofrecía la defensa de Alves.

El Tribunal aplica al exfutbolista atenuante de reparación del daño causado porque ingresó en el juzgado 150.000 euros para la víctima. En cambio, no consideran probado que la cantidad de alcohol ingerida aquella noche influyera en su comportamiento hasta el punto de suponer un atenuante, como pretendía demostrar la defensa.

El consentimiento, en el centro

La sentencia sitúa el consentimiento como uno de los elementos fundamentales de la argumentación: “aunque la denunciante haya bailado de manera insinuante, aunque haya acercado sus nalgas al acusado, o que incluso haya podido abrazarse al acusado, puede hacernos suponer que daba su consentimiento a todo lo que posteriormente pudiera ocurrir. Estas actitudes o incluso la existencia de insinuaciones no suponen dar carta blanca a cualquier abuso o agresión que se produzca con posterioridad; el consentimiento en las relaciones sexuales debe darse siempre antes e incluso durante la práctica del sexo, de tal modo que una persona puede acceder a mantener relaciones hasta cierto punto y no mostrar el consentimiento a seguir, oa no llevar realizar determinadas conductas sexuales o hacerlo de acuerdo con unas condiciones y no otras. Es más, el consentimiento debe ser dado para cada una de las variedades de relaciones sexuales dentro de un encuentro sexual, puesto que alguien puede estar dispuesto a realizar tocamientos sin que esto suponga que accede a la penetración, o sexo oral pero no vaginal, o sexo vaginal pero no anal, o sexo únicamente con preservativo y no sin éste. Ni siquiera el hecho de que se hubieran realizado tocamientos, implicaría haber prestado el consentimiento para todo lo demás”.

El tribunal ha valorado de manera favorable el relato de la víctima y “no tiene ninguna duda de que la penetración vaginal de la denunciante se produjo utilizando la violencia, teniendo en cuenta tanto su relato de ese momento, que se ve corroborado periféricamente por las pruebas que hemos mencionado, y dada la reacción de la víctima desde instantes después de producidos los hechos”.

La sentencia "reconoce la verdad de la víctima y su sufrimiento"

En una primera reacción tras conocer la sentencia, el abogado de la víctima ha destacado que el tribunal "reconoce la verdad de la víctima", algo que celebran, y ahora valorarán la sentencia completa para ver "si la condena impuesta se corresponde con la gravedad de los hechos".

David Sáenz, advocat de la víctima del Cas Dani Alves

El juicio

Durante el juicio, la víctima ratificó su relato, a puerta cerrada, detrás de un biombo, diciendo que Alves la forzó a tener relaciones sexuales. Entró voluntariamente al baño del reservado, pero según su testimonio, cuando quiso salir, Alves se lo impidió. Las dos amigas que la acompañaban aquella noche testificaron que el jugador tuvo una actitud "babosa" y contaron también que después de salir del baño, la víctima estaba destrozada y les dijo que Alves le había hecho "mucho daño".

Por otro lado, Dani Alves, que declaró el último a petición de la defensa, aseguró que mantuvo relaciones sexuales consentidas con la joven y dijo literalmente que "los dos estuvieron disfrutando".

La defensa, ante la evidencia que no conseguiría una sentencia absolutoria, centró sus esfuerzos en demostrar que el exfutbolista había bebido mucho aquella noche, para pedir el atenuante de embriaguez. La mujer del exfutbolista, Joana Sanz, dijo que Alves llegó a su casa aquella noche oliendo mucho a alcohol y chocándose contra los muebles.

Dani Alves en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Barcelona. EFE/ Alberto Estévez / ***POOL***

Dani Alves en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Barcelona. EFE/ Alberto Estévez / ***POOL*** / ALBERTO ESTÉVEZ

Alves ha dado hasta cinco versiones diferentes

La versión que Alves dio en el juicio es la quinta que ha defendido desde del día de los hechos, desde que se inició el procedimiento.

En un primer momento, dijo que no sabía ni el nombre de la víctima, que no la conocía. Después reconoció que entraron juntos al baño, pero que no pasó nada. En una tercera versión apuntó que hubo sexo oral consentido. Cuando se constata que hay restos de semen de Alves en el cuerpo de la joven, el exfutbolista admite que hubo penetración, pero asegura que fue consentido. Finalmente, durante el juicio, mantuvo que hubo sexo con penetración, pero insistió en que fue consentido y puso el acento en que iba muy borracho.

Para justificar los cambios de versión, Alves dijo primero que quería ocultar a su mujer que había sido infiel. Incluso argumentó en otro momento que no quería dar la versión real de lo que ocurrió para proteger la identidad de la víctima.

Durante el juicio, que se celebró entre el 5 y el 7 de febrero en la Audiencia de Barcelona, no se pudieron grabar videos ni sonido de lo que sucedía en la sala.

Alves está en prisión preventiva desde el 20 de enero de 2023. La defensa ha pedido en numerosas ocasiones la libertad provisional, pero los jueces se la han denegado en todas las ocasiones.