La odisea para homologar un título universitario extranjero: silencios administrativos y más de tres años esperando
Hay 80,000 personas esperando la homologación de su título que están trabajando en empleos para los que están sobre calificados, según 'Homologación Justa Ya!'.

L'odissea per homologar un títol universitari estranger: silencis administratius i més de tres anys esperant
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Barcelona
Un enfermero trabajando como dependiente en una tienda o un médico ejerciendo como cocinero en una taberna. Esta es la realidad de Felipe y Rubén, pero también de miles de personas migrantes que han llegado a Cataluña y no pueden ejercer su profesión. La problemática principal es la odisea para homologar sus títulos universitarios.
Según el Ministerio de Universidades, en septiembre de 2023 había más de 34,000 expedientes esperando respuesta. Hay tanta gente esperando que existe una asociación para todas estas personas, '¡Homologación Justa Ya!'. Esta asociación estima que a principios de este año ya había 80,000 solicitudes. La gran mayoría son jóvenes de entre 25 y 34 años y 9 de cada 10 pertenecen al ámbito de las profesiones sanitarias. '¡Homologación Justa Ya!' estima que una persona extranjera debe esperar en promedio 3.7 años para obtener la homologación de su título cuando, en realidad, el Real Decreto que regula este procedimiento incluye un plazo máximo de seis meses.
Una larga espera sin respuesta
Felipe estudió enfermería en Chile donde también realizó un máster en cuidados intensivos. Llegó a Cataluña hace un año, cuando comenzó su proceso de homologación para poder ejercer como enfermero. "Se supone que en seis meses debería tener la resolución, pero hasta ahora la única respuesta que he recibido es que la tasa para iniciar el proceso ha sido aceptada", ha lamentado Felipe, quien tenía previsto empezar a trabajar como enfermero a finales del año pasado, pero ahora trabaja como dependiente en una tienda de ropa.
Rubén es médico. Estudió medicina en Cuba y lleva dos años en Cataluña esperando su resolución para ejercer. Una resolución que no llega y que lo obliga a trabajar como cocinero en una taberna. Su caso es complicado porque comenzó un proceso de homologación recogido en el antiguo decreto, en abril de 2022. Cuando se creó el nuevo decreto, que establece el límite de respuesta de seis meses, entonces se abrió otro en enero de 2023, lo que le dio una esperanza momentánea: "Después de dos meses me salió como si estuviera homologado, pero luego volvió a estar en revisión".
Felipe y Rubén han pedido explicaciones por esta lentitud, pero solo han recibido silencio: "He puesto quejas en todas partes, pero sin respuesta".
Salud mental, afectada
Esta incertidumbre, más allá de la situación laboral, también afecta la salud mental de estas personas que esperan como Felipe y Rubén. Según una encuesta realizada por '¡Homologación Justa Ya!', en abril, el 86% de las personas que esperan su homologación han sufrido ansiedad y estrés, y más de la mitad insomnio. Tatiana Salcedo, psicóloga y coordinadora de la asociación en Barcelona, ha pedido a la administración que sea clara con los plazos para evitar estas situaciones: "muchas familias tienen la esperanza de que sean seis meses, programan su vida y es mentira", ha señalado, "que les digan que no serán seis meses, porque no vendan la casa y no se hipotequen".
Felipe ha admitido que ha tenido "todas las emociones que ha descrito", incluyendo ansiedad e insomnio. Rubén también lo ha vivido. Además, en su caso pensó que ya tenía la homologación hecha y luego vio que no: "Fue un golpe muy duro, estuve muchos meses mal".
Ninguno de los dos tiene previsto regresar a su país de origen, aunque lo han pensado mucho, en gran parte para no rendirse. "Si vuelvo y me aceptan la homologación... todo el esfuerzo tiene que valer la pena", ha constatado Felipe. "Es mejor luchar e intentarlo conseguir", ha apuntado Rubén.
Falta de medios y voluntad
Gabriel Capilla, vocal de la Sección de Derecho Administrativo del Colegio de la Abogacía de Barcelona y profesor de derecho administrativo en la universidad Abat Oliva, ha descrito esta situación como una "anormalidad normal", ya que en la administración pública siempre hay retrasos. Sin embargo, en el caso de las homologaciones "es sangrante". Quien se encarga de hacer estas homologaciones es el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, aunque de facto es la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), que emite un informe vinculante: "Es esta entidad quien toma la decisión sobre si se acepta o no la petición".
De hecho, el mismo Ministerio de Universidades ha admitido el colapso que hay. En declaraciones a este programa, han destacado que cada mes "están entrando 4000 solicitudes de homologaciones". Por otro lado, también han argumentado que la duración de la gestión "no depende solo de la gestión por parte del ministerio" y han señalado a los solicitantes: "hay un alto número de expedientes incompletos [...] que conlleva un retraso consecuente en la tramitación de peticiones". También han destacado la "falta de pago de las tasas" o los "problemas para verificar la veracidad de la documentación aportada".
Capilla, por su parte, atribuye esta lentitud a no tener suficientes recursos, pero también a la "falta de voluntad política": "Si fuera un tema que preocupara a los responsables políticos del ministerio y el gobierno, no tendríamos esta entrevista".
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Laura Polo Dalfó
Redactora, productora, reportera i el que faci falta a El Balcó de SER Catalunya. Graduada en Periodisme...




