Seat rechaza los aranceles europeos a los coches eléctricos chinos por el "riesgo enorme" que supone para la industria
La empresa considera que esta decisión puede tener "importantes consecuencias negativas" para su marca y la industria automovilística europea en general
Barcelona
La Comisión Europea ha informado este viernes de que seguirá aplicando los aranceles a la importación de vehículos eléctricos desde China. Se ha tomado esta decisión después de que no se haya conseguido una mayoría entre los países de la Unión Europea para eliminar la propuesta. Todavía queda un mes para que los aranceles temporales impuestos a varios fabricantes chinos de vehículos eléctricos pasen a ser definitivos, así que el objetivo de Bruselas es lanzar el mensaje a Pekín de que la UE va en serio, pero que todavía queda tiempo para seguir negociando. En este contexto, la empresa automovilística española Seat ha expresado su disconformidad con que esta medida acabe llevándose a cabo.
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"Como empresa europea profundamente comprometida con la región, Seat S.A. rechaza firmemente esta decisión, difícil de comprender, especialmente si se compara con las tarifas más favorables que se aplican a los competidores no europeos", ha comenzado diciendo la empresa en un comunicado. Sobre esta cuestión, han hecho un llamamiento para que la Comisión de la UE y China continúen "de manera constructiva" las negociaciones en curso para encontrar una solución política.
"Hasta que se implemente la decisión a finales de octubre, todavía es posible una solución negociada que evite los derechos compensatorios sobre las importaciones de BEV procedentes de China", han remarcado. A su juicio, si esta situación no se revierte, habrá "importantes consecuencias negativas tanto para la empresa como para la industria automovilística europea en general".
"Un riesgo enorme"
A nivel particular, lamentan que esos aranceles suponen un riesgo "enorme" porque ellos fabrican el modelo CUPRA Tavascan en el país asiático: "Las nuevas tarifas sobre el CUPRA Tavascan perjudicarán enormemente la estabilidad financiera de la empresa y también podrían amenazar el empleo". "El enfoque de la Comisión Europea en China pasa por alto el impacto más amplio en la producción europea. Una reducción en el número de vehículos CUPRA Tavascan eléctricos de batería podría poner en peligro la capacidad de Seat S.A. para cumplir los objetivos de CO2 de su flota en Europa", han añadido.
La empresa, además, ha afirmado que esos aranceles pueden afectar a la producción prevista de "530.000 vehículos con motor de combustión interna, el equivalente a 90.000 al año, repartidos entre Martorell y otras localidades de la UE": "Esto dañará la competitividad de España y de la Unión Europea y pondrá en riesgo a toda la industria".
Antes de finalizar, han agregado algunas reflexiones sobre cuál debería ser el futuro del sector. "Europa necesita un entorno regulatorio en el que la industria automotriz se fortalezca en la transformación hacia la movilidad eléctrica y la neutralidad climática", han asegurado. Y en cuanto a lo que está en su mano, Seat sostiene que están trabajando "activamente con el Grupo VW, para minimizar las posibles consecuencias de esta resolución para el CUPRA Tavascan", están haciendo todo lo posible para "evitar que estos derechos adicionales afecten al precio del CUPRA Tavascan" y han anunciado que mantendrán el precio del coche sin cambios para entregas de 2024.
"Seat seguirá analizando los diferentes escenarios y emprenderá todas las líneas de acción disponibles con el objetivo de reducir el nivel de obligaciones y su impacto, junto con el Grupo VW", han concluido.