Tribunales

Ejecutan a tiros a un estibador del Puerto de Barcelona en pleno día en Montgat (Barcelona)

La víctima, David Caballero, ha recibido un disparo mortal en la nuca mientras desayunaba en la terraza de una cafetería en frente del colegio Hamelin en el que acaba de dejar a su hijo

Un asesinato en pleno día en Montgat.

Los Mossos d'Esquadra investigan la muerte este viernes de un hombre que ha sido tiroteado en una terraza de la localidad de Montgat (Barcelona). / Cadena SER

Barcelona / Montgat

Los Mossos d'Esquadra investigan la ejecución a sangre fría este viernes de un hombre a plena luz del día en el municipio barcelonés de Montgat. La víctima, David Caballero, un histórico estibador de Barcelona, desayunaba en la terraza de la cafetería Trastevere, enfrente del colegio privado Hamelin Internacional School, donde acababa de dejar a su hijo. A las 9:11h de la mañana, un hombre se le ha acercado por la espalda y le ha disparado a la nuca matándole en el acto. Después, el asesino ha huido junto con un cómplice, que le esperaba a pocos metros en una motocicleta negra, tipo scooter, para desaparecer.

Los Mossos han activado un dispositivo jaula para intentar detener, de momento sin éxito, a los dos hombres implicados en el crimen. Uno de ellos, el presunto asesino, es un hombre de entre 35 y 40 años, con poco pelo y ropa oscura, según la descripción que han hecho a la policía los testigos que han presenciado atónitos la ejecución en mitad de la calle. Los investigadores mantienen varias hipótesis abiertas, porque no eran pocos los enemigos de la víctima, aunque ahora mismo todo apunta a un ajuste de cuentas vinculado al narcotráfico.

La víctima, un escurridizo conocido de la policía: "Su asesinato era cuestión de tiempo"

David Caballero, conocido como Bubito, no era un desconocido. Ni en el puerto, ni el mundo del fútbol, ni en los bajos fondos y tampoco para la policía. Caballero había estado varias veces entre los objetivos de los investigadores antivicio que investigan la entrada de droga por el puerto de Barcelona, pero siempre había salido indemne, y no pesa contra él ninguna condena por narcotráfico. Solo fue acusado, aunque no llegó a ser procesado, por colocar un paquete de un quilo de cocaína en el coche de otro estibador con quien tenía un conflicto, como publicó El País.

La víctima sí tenía múltiples antecedentes policiales por peleas y agresiones en partidos de fútbol de su equipo, el Barceloneta Futsal, un club de futbol sala de segunda B que dirigía y en el que entrenaba. De hecho, este mes de diciembre tenía un juicio en Arenys de Mar por participar en una pelea en la grada de un partido de fútbol sala. Es una de las pocas denuncias que prosperaron, dado que su fama violenta y la red que muchos jugadores y entrenadores suponían que tenía a sus espaldas hacían que acabaran retirando las denuncias contra él. "A un jugador le dio una patada en los genitales por la que tuvieron que operarle y cuando fue a denunciarlo, le advertimos: "¿qué haces? Te pueden matar", explica un jugador de futbol sala rival, que pide anonimato por miedo a represalias.

En el entorno del fútbol la noticia ha causado un enorme estruendo, aunque no ha sorprendido. Muchos le vinculan con entornos de narcotráfico. "Su asesinato era cuestión de tiempo", explica otro jugador de futbol sala que había coincidido con él. Aunque temido por muchos, sus tentáculos en los bajos fondos también le habían hecho ganarse la confianza de otros. "Un día, saliendo de entrenamiento en el Barceloneta, vi que me habían robado el retrovisor de la moto. Al día siguiente, al verlo, se lo expliqué. "No te preocupes, dame dos días", me dijo. A los dos días ya tenía de nuevo mi retrovisor", explica un entrenador que coincidió con la víctima durante meses.

Caballero había dejado los muelles, aunque seguía muy vinculado al Puerto, según fuentes policiales. Había dejado también Barcelona temporalmente para mudarse a Abu Dhavi, según algunas fuentes cercanas. A su regreso a Barcelona, se había instalado en una mansión en Alella, otro municipio del Maresme. "Se paseaba en Aston Martin y sus jugadores ganaban miles de euros. Nadie gana eso en el futbol sala de segunda", se exclama.