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Aplazado el desahucio de un maestro que lleva 22 años viviendo en un edificio modernista de l'Eixample de Barcelona

Un fondo de inversión que quiere hacer pisos de lujo ha comprado la Casa Orsola, el edificio donde vive Josep. El aplazamiento no significa que no se vaya a producir el desahucio sino que se pospone a la madrugada del lunes al martes

Barcelona

La historia de Josep Torrent representa, de una manera muy gráfica y muy concreta, el problema que tiene este país con la vivienda, especialmente en las grandes ciudades. Para la mañana de este viernes estaba previsto un desahucio en Barcelona que ha despertado mucha expectación e indignación en la ciudad y que ha provocado amplias protestas en las últimas horas. La presión vecinal ha conseguido que la comitiva judicial se haya visto obligada a aplazar el desahucio "ante la imposibilidad de llevarlo a cabo en condiciones de seguridad".

La comitiva que ha acudido al lugar para ejecutar el "lanzamiento", en cumplimiento de la sentencia del juzgado de primera instancia número 8 de Barcelona confirmada por la Audiencia de Barcelona, ha explicado que "había demasiada gente concentrada" para ejecutar el desahucio. Sin embargo, esto no significa que no se vaya a producir sino que se buscará otra fecha y horario: será la madrugada del lunes al martes a las 5:00.

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Pretenden echar de casa a un maestro de 49 años que hace 22 que vive en su piso del barrio de l'Eixample, en el corazón de la ciudad. Josep reside en un edificio modernista, la Casa Orsola, y paga por su piso un alquiler de 700 euros al mes. El edificio lo ha comprado un fondo de inversión que quiere hacer pisos de lujo.

Pocos precedentes existen de un desalojo que genere tanta expectación y se haya convertido en tan mediático como el de Casa Orsola. El desalojo de este edificio modernista se ha convertido en símbolo de la lucha en Barcelona para presionar y evitar que la ciudad se convierta en un nicho de alquileres turísticos. Al menos, eso es lo que busca el Sindicato de Inquilinas.

En 2021, un fondo de inversión inmobiliario compró el edificio para especular. Hace tres años, comunicó por teléfono a los inquilinos que no les renovaría los contratos porque quería reconvertirlos en alquileres turísticos, es decir, pasar de alquilar a vecinos de la ciudad a hacerlo a personas que pasan períodos cortos de tiempo, normalmente extranjeros, con mayor capacidad para pagar precios más altos.

Casa Orsola / Laura Estrada

Casa Orsola / Laura Estrada

Casa Orsola / Laura Estrada

Casa Orsola / Laura Estrada

En ese momento, el bloque tenía 27 pisos habitados, algunos con contratos indefinidos y otros con contratos de alquiler que iban entre 700 y 900 euros y que estaban a punto de caducar. Poco después, el propietario informó a los inquilinos de que no renovaba los contratos porque quería reformar los pisos para convertirlos en apartamentos de lujo para alquileres turísticos. Ahora hay cinco vecinos que se niegan a marcharse, dos de ellos con fecha de desalojo.

El primero, inicialmente previsto este viernes, es el de Josep. Es el primer inquilino sobre el que pesa una orden de desalojo. Lleva 22 años en el edificio y se resiste a irse, aunque su contrato ya ha caducado. El Sindicato de Inquilinas lo ha convertido en un símbolo. Cuenta con el apoyo del Sindicato y de un amplio sector de la izquierda política y cultural del país. Desde la noche de este jueves, decenas de personas se concentraron allí para oponer resistencia al primer intento de desalojo.

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El caso de Casa Orsola no es el único. Según la asociación de vecinos del barrio, en el Eixample izquierdo hay más de 40 bloques en la misma situación. Este caso se ha convertido en símbolo de la lucha por la vivienda, aunque no es un caso típico. No es alguien que no llega a fin de mes y lo echan porque no puede pagar.

En Cataluña hay, de media, 22 desahucios cada día. Casi uno por hora. Lo dicen los datos más recientes, de la primera mitad de 2024, que también muestran que Cataluña sigue siendo la comunidad con más desahucios de toda España.

La versión de Josep

Está nervioso, lleva días conviviendo con la incertidumbre, pero dice que se siente acompañado por todos los movimientos sociales que se han activado. Su contrato venció en 2022, pero él ha seguido depositando las mensualidades de 700 euros en los juzgados. Nos decía que esperaba jubilarse en este edificio.

Defiende que, desde el primer momento, se ofrecieron todos los vecinos que quedan en el edificio para negociar colectivamente su situación con la propiedad, pero siempre obtuvieron un no como respuesta. Lamenta que las administraciones tampoco hayan estado a la altura.

Movilización en Barcelona por el desahucio de un maestro que lleva 22 años viviendo en un edificio modernista del l'Eixample.

Movilización en Barcelona por el desahucio de un maestro que lleva 22 años viviendo en un edificio modernista del l'Eixample.

Movilización en Barcelona por el desahucio de un maestro que lleva 22 años viviendo en un edificio modernista del l'Eixample.

Movilización en Barcelona por el desahucio de un maestro que lleva 22 años viviendo en un edificio modernista del l'Eixample.

La versión del Ayuntamiento

En 2021 recibió la oferta de tanteo para la posible adquisición del inmueble de la calle Calàbria, pero se desestimó por motivos técnicos y de viabilidad económica, ya que al precio de compra se sumaba la rehabilitación del edificio y comportaba el realojamiento temporal de los inquilinos. Además, en ese momento, el Ayuntamiento había adquirido por tanteo y retracto cuatro fincas en el Eixample, hecho que había que tener en cuenta porque el objetivo era la compra en toda la ciudad y no concentrarla en un solo distrito.

El papel del Ayuntamiento ha sido el de estudio y acompañamiento de los vecinos para evaluar la existencia de situaciones de vulnerabilidad que pudieran ser susceptibles de alquiler social por parte de la propiedad. Solo se pudo acreditar un caso de vulnerabilidad, en el que la propiedad sí ofreció una vivienda alternativa que fue rechazada por las personas arrendatarias.

Protesta Casa Orsola contra especulación inmobiliaria en Barcelona

Protesta Casa Orsola contra especulación inmobiliaria en Barcelona

Protesta Casa Orsola contra especulación inmobiliaria en Barcelona

Protesta Casa Orsola contra especulación inmobiliaria en Barcelona

El Ayuntamiento defiende la necesidad de recuperar los viviendas de la ciudad que no se destinan a su uso principal: el residencial. Y también trabaja para reducir al máximo los desahucios en la ciudad y minimizar el impacto que ocasionan a las familias. La prioridad del Gobierno municipal es garantizar el derecho y el acceso a una vivienda digna y asequible en la ciudad. Por este motivo, también está trabajando e instando a las diferentes instituciones a encontrar una solución para hacer frente al fraude de los alquileres turísticos.

Desahucio en Casa Orsola, símbolo de la lucha por el derecho a la vivienda

Desahucio en Casa Orsola, símbolo de la lucha por el derecho a la vivienda

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