El consejero delegado de Seat y Cupra, Wayne Griffiths, deja la presidencia del grupo automovilístico
El exdirectivo dimite de su cargo para emprender "nuevos retos" y será sustituido de forma interina por uno de los vicepresidentes ejecutivos de la compañía

El consejero delegado de Seat y Cupra, Wayne Griffiths / Marta Perez (EFE)

Barcelona
El consejero delegado de Seat y Cupra, Wayne Griifths, ha dejado la presidencia el grupo automovilístico, con efecto inmediato este mismo lunes para emprender nuevos retos, según ha contado la compañía en un comunicado, en el que se especifica que es una dimisión a petición propia.
El vicepresidente ejecutivo de Producción y Logística, Markus Haupt, asumirá la dirección interina de la empresa, y próximamente anunciarán su sucesor. Griffiths accedió al cargo en 2020, Des del Comité Ejecutivo de Volkswagen, han agradecido su trabajo, especialmente en el desarrollo de la marca CUPRA, que ha crecido considerablemente en los últimos años.
"Griffiths ha hecho un gran trabajo en el desarrollo de Cupra y la reestructuración de la empresa. Bajo su liderazgo, Cupra se ha convertido en una marca independiente dentro del grupo Volkswagen y es ahora una de las marcas de automóviles de más rápido crecimiento en Europa. Su comprensión de la marca es impresionante, y es un verdadero amante de los coches", ha declarado el CEO de Volkswagen en un comunicado.
Griffiths (Dukinfield, Reino Unido, 1966) era consejero delegado de Seat y de Cupra desde enero de 2020 y es el artífice de la vuelta a los beneficios de la filial española del Grupo Volkswagen y del crecimiento de la marca Cupra, motor en ventas de Seat en los últimos años.
El miembro del comité ejecutivo de Volkswagen Thomas Schäfer, que es también consejero delegado de la marca Volkswagen, ha destacado el "gran trabajo hecho por Griffiths en el desarrollo de la marca Cupra y en la reestructuración de la empresa".
Griffiths se va con la incógnita pendiente del Tavascan
La salida de Griffiths tiene lugar en un momento delicado para Seat por los aranceles europeos impuestos al Cupra Tavascan, el vehículo eléctrico que Seat produce en China, y los efectos de esta decisión sobre la producción en la planta de Martorell (Barcelona).
Estos aranceles de la UE a la importación del Cupra Tavascan suman actualmente un 30,7%, del cual un 10% ya estaba previsto anteriormente y un 20,7 % se ha fijado de forma adicional. La producción de cada vehículo eléctrico permite compensar las emisiones producidas por los de combustión.
En consecuencia, si Seat dejara de producir el Tavascan en China debido a los aranceles, la planta de Martorell debería recortar significativamente las unidades de coches de combustión que produce y podría exponerse a perder 1.500 empleos, advirtió en los últimos meses Griffiths.




