Médico referente en eutanasia: "Un exceso de celo en los juzgados no puede frenar una solicitud de forma indefinida"

Barcelona

Las peticiones para recibir la eutanasia han aumentado más de un 60% en el último año en Cataluña. De los que la piden, uno de cada tres acaba muriendo antes de conseguirla, muchos de ellos enfermos de cáncer que hacen la petición con la enfermedad muy avanzada. "A los familiares les duele, pero en general estas personas próximas acaban entendiendo y apoyando al enfermo", ha explicado Albert Planes, médico de familia, referente en eutanasia y miembro de la Comisión de Garantía y Evaluación de Cataluña en el programa 'Aquí Catalunya'.

Pero hay casos que se eternizan en los juzgados, como el de Noelia, una joven parapléjica que vive ingresada en un hospital sociosanitario cerca de Sitges. Unos veinte médicos y expertos de la Generalitat le avalaron la eutanasia. Se le tenía que administrar hace un año, pero su padre presentó un recurso al juzgado, que paró la eutanasia. Todos los médicos se pusieron a su lado avalando la muerte asistida y la jueza le acabó concediendo, pero continúa parada por los recursos de los ultracatólicos Abogados Cristianos. Ahora el caso está al TSJC, pero llegará al Supremo, el Constitucional o Europa, proceso que puede llevar años.

"Hay una carencia de compasión respecto al sufrimiento de las personas, alargándolo de forma cruel", ha valorado Planes. El experto entiende la inexperiencia de los juzgados ante la ley, pero ha lamentado la poca celeridad en el proceso y que pesen mucho las medidas cautelares: "Un exceso de celo no puede llevar a parar una solicitud de forma indefinida". Cristina Vallès, presidenta de la asociación 'Dret a Morir Dignament' ha coincidido con el médico en el mismo programa: "No se pide la eutanasia porque sí. La balanza entre el sufrimiento y decir basta es importantísima y muy personal".

La eternización de los juicios ha pasado factura a Noelia. Han tenido que sedarla subcutáneamente del dolor crónico que sufre, que ya le impide dormir, y que los médicos dicen que irá a más. Esto sumado a la ansiedad, tristeza e incertidumbre de vivir en condiciones indignas por el pulso judicial.