Cita previa con el doctor Padrós, sobre las vacunas: "Los antivacunas hablan un idioma diferente; las fake news y la desinformación han hecho mucho daño"

Barcelona

Con la pandemia, el negacionismo encontró el escenario perfecto para extender un campo de minas con el objetivo de minar la confianza en las vacunas. La realidad, sin embargo, es que ni chips ni cuerpos magnetizados. Por suerte, esa vez, la ciencia ganó la batalla, y la sociedad no sucumbió ante las manías y fobias que intentaban transmitir algunos.

Ahora bien, el hecho de que no ganaran esa batalla no detuvo a los antivacunas de seguir luchando en una guerra contra todo el mundo científico. Un mundo bajo la amenaza de personajes como el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, o su secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., figuras clave en la expansión de discursos escépticos contra las vacunas.

Y precisamente es relevante destacar estos nombres por la importancia que tiene un país como EE. UU. en la difusión de tendencias. Además, el epidemiólogo Antoni Trilla ha recordado que "cuando los Estados Unidos estornudan, Europa coge una pulmonía", alertando del riesgo que supone que el gigante norteamericano adopte un posicionamiento en contra de las campañas de vacunación.

"El principal problema es que bajan los niveles de vigilancia epidemiológica", ha apuntado el doctor Padrós. ¿Y eso qué conlleva? Pues lo pudieron comprobar de primera mano los propios ciudadanos de EE. UU.: una gripe aviar que saltó a las granjas de vacas productoras de leche, afectando al suministro de este producto primario, así como a los huevos. Además, si no se hubiera actuado en consecuencia, tanto Padrós como Trilla señalaban el riesgo que esta gripe aviar habría conllevado para el conjunto de la población.

Por otro lado, que la gente deje de vacunarse puede favorecer el surgimiento de enfermedades que pensábamos extinguidas en nuestro país, como el sarampión, la polio o la tuberculosis... De hecho, sobre el sarampión, la Organización Mundial de la Salud tenía planeado un calendario de erradicación total, pero "la frivolidad de occidente y la recepción de los discursos negacionistas" ha acabado provocando un retroceso en su mitigación, ha dicho el doctor.

"Es importante recordar de dónde venimos, la historia de éxito que supusieron las vacunas, el alcantarillado o la potabilización del agua", ha añadido. Es necesario mirar atrás para recordar que la salud es global, que las afectaciones sanitarias que tienen lugar en la otra punta del mundo también nos afectan.

También es importante poner en valor el sistema de vacunación para mantener la famosa inmunidad de grupo. Hay niños que por su corta edad, o personas con alergias, no pueden inyectarse una vacuna. Gracias a la ciencia se descubrió que si el 95 % de la población está vacunada, esto genera un efecto rebaño que permite proteger a los que no tienen ningún escudo.

Si el discurso antivacunas ganara, esta inmunidad de grupo se iría al traste, facilitando el regreso de antiguas patologías. "Tenemos que confiar en las vacunas; tenemos que confiar en nuestro sistema de salud", ha concluido Padrós.