El regreso de un palestino a su hogar, en Gaza: vivir entre una “montaña de escombros”
Hosam Ganem ha salido y vuelto hasta diez veces a su casa, situada en una de las zonas más bombardeadas por Israel. “No sabemos qué hacer, aquí no hay vida”, lamenta

El retorn d'un palestí a casa seva, a Gaza: viure en una "muntanya de runa"
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Barcelona
El alto el fuego por parte de Israel en Gaza ha provocado el regreso de muchos palestinos a la ciudad, como es el caso de Hosam y su familia. Sin embargo, el paso de la guerra ha dejado una huella profunda: los palestinos han vuelto a una “casa” que ahora es un lugar inhóspito para vivir. Así lo relata Hosam Ganem en el programa Aquí Catalunya: “No hay agua, ni comida, ni seguridad…”. Su barrio, dice literalmente, es “una montaña de escombros”.
Se emocionó mucho al llegar y comprobar que su edificio era uno de los pocos que seguía en pie, pero la alegría se desvaneció rápidamente: “Tenemos que caminar para encontrar agua potable, no hay vida, la ciudad está completamente arrasada”.
La familia de Hosam regresó a Gaza después de un largo trayecto, parte a pie (unos 5 km) y parte en carro. El regreso fue un momento cargado de emociones, la mayoría negativas. “Mi familia y yo lloramos al ver la escena, el panorama era horrible”, cuenta. Al entrar en la ciudad se encontraron con todo destruido —“se nos puso la piel de gallina”— y rompieron a llorar ante un paisaje desolador.

Casa de Hosam Ganem

Casa de Hosam Ganem
Las condiciones en las que se encuentra Gaza ahora mismo son muy difíciles, una ciudad totalmente destruida. Pero ¿es viable quedarse a vivir allí? Hosam explica cuáles son sus planes y los de su familia: “La verdad es que no sabemos qué hacer ahora. La reconstrucción llevará años y la gente necesita esperanza y seguridad para empezar de nuevo”.
También ha declarado que algunos de sus familiares están pensando en marcharse de la ciudad, ya que no ven posible vivir allí en condiciones dignas. Es una situación desoladora tener que abandonar de nuevo su hogar.
Aunque volver a su ciudad ha sido un paso positivo, el panorama actual no es esperanzador: “Estamos acostumbrados a sufrir y seguiremos así hasta que todo esto termine de una vez. Del futuro no sabemos nada”.




