El Balcó
Economía y negocios

En Cataluña hay el doble de pisos de lujo que pisos de protección oficial

Barcelona es un destino en auge para ciudadanos europeos con alto poder adquisitivo que compran viviendas de más de un millón de euros o las alquilan por más de 5.500 euros al mes

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Barcelona

Pisos en venta por más de un millón de euros o en alquiler por más de 5.500 euros al mes. Es un mercado que para buena parte de la ciudadanía queda muy lejos, pero que, a pesar de ello, existe sobre todo en las grandes ciudades: la vivienda de lujo. Son casas o pisos, normalmente reformados y situados en edificios emblemáticos o en ubicaciones privilegiadas, dirigidos a un público de alto poder adquisitivo.

Los pisos y casas de lujo representan entre un 4% y un 7% del parque de vivienda catalán, según las cifras de referencia del sector, que no dispone de datos unificados. Se trata de un mercado que en Cataluña mueve entre 2.000 y 3.000 millones de euros cada año. La mayor parte son operaciones de compraventa y el resto, una pequeña parte, son alquileres. Más de la mitad de la oferta de lujo se concentra en Barcelona. Este segmento también tiene una alta presencia en la Costa Brava y empieza a crecer en la comarca del Maresme porque está cerca de Barcelona y todavía tiene espacio para construir.

“En una ciudad como Barcelona o una comunidad como Cataluña, donde hay muy poca vivienda protegida, si empiezan a crecer los pisos de lujo se genera una distorsión importante”, ha avisado Jaime Palomera, investigador del Institut de Recerca Urbana de Barcelona. En Cataluña hay unos 98.000 pisos de protección oficial, aproximadamente un 2,5% del parque de vivienda.

“Tenemos un segmento del lujo que crece sin regulación y con mucha demanda internacional. El problema es que la vivienda que se construye es para ricos. A los promotores ya no les interesa buena parte de la clase media”, ha explicado Palomera. También ha advertido que el aumento generalizado de precios ha provocado que ciertos pisos entren dentro del segmento de lujo: “Sube el precio del suelo y, de manera artificial, pasan a precios de lujo”.

Barcelona, un imán para el lujo

Barcelona y Madrid son las dos ciudades con más pisos de lujo en España y se observan diferencias notables en el perfil de los compradores. En Madrid tiene mucho peso el público latinoamericano con alto poder adquisitivo (mexicanos, venezolanos o colombianos), que, según los profesionales del sector, buscan calidad de vida en un lugar con mayor estabilidad política que sus países de origen. En cambio, en Barcelona el público es sobre todo europeo: franceses, alemanes, italianos o británicos, que buscan buen clima, cultura y gastronomía.

Anuncios de pisos y casas de lujo en la web de una inmobiliaria / Redacció SER

“Indiscutiblemente, la derecha del Eixample es el barrio por excelencia del lujo para extranjeros. Las rehabilitaciones más exclusivas se han hecho allí. Por ejemplo, la Casa Burés, hace años. Todo el eje de Ausiàs March, Casp, Bruc… allí se hacen las rehabilitaciones de lujo más exquisitas porque reúnen muchos requisitos que pide el público extranjero: hay fincas magníficas con techos altos y ornamentación”, explica Damián Hecht, consejero delegado del Grupo Inmobiliario Walter Haus, especializado en lujo y que gestiona 400 pisos en Barcelona. “Ahora vemos muchos nómadas digitales. Perfiles muy jóvenes con alto poder adquisitivo. Hemos tenido chicos de 20 años que han venido a alquilar pisos de 7.000 euros”, añade.

Aun así, la demanda de lujo no proviene solo del público extranjero. “En la zona alta de Barcelona, el cliente local compra lujo. La Bonanova, Tres Torres, Sarrià–Sant Gervasi, Turó Parc…”, apunta Hecht. El precio medio actual de compra en Barcelona es de unos 4.200 euros por metro cuadrado. En las zonas llamadas “prime”, el precio sube hasta los 10.000 euros por metro cuadrado.

Branded residences

Una modalidad de alquiler de lujo que está poniéndose de moda son las llamadas “branded residences”. Son pisos cuyo propietario quiere alquilar y contrata una inmobiliaria que sugiere reformas en la vivienda o en el edificio, y le otorga una marca asociada a estándares de calidad y a una serie de servicios incluidos, como coworking, gimnasio o lavandería.

“Para poder hacer un branded necesitas un suelo en buena ubicación. También necesitas un buen producto: un buen piso rehabilitado, reformado, bien distribuido. Después añades una capa de interiorismo y, finalmente, los servicios asociados y el nombre de la marca”, detalla Sandra Cabello, fundadora de Homeclub, una empresa con unos 1.400 apartamentos de lujo en cartera en todo el mundo y que alquila viviendas a corto y medio plazo. En Barcelona tienen unos ochenta, la mayoría en el Eixample, con precios que pueden llegar a los 4.000 euros al mes.

Una modalidad en auge

Según un informe de la consultora Savills, Barcelona está entre las ciudades europeas donde más se revaloriza la vivienda de lujo. Y se prevé que continúe creciendo porque es uno de los destinos relativamente accesibles dentro del mercado europeo del lujo. Esto, evidentemente, es una oportunidad de negocio para empresas dedicadas a localizar pisos bien situados, renovarlos y venderlos a compradores de alto poder adquisitivo.

De hecho, según ese mismo informe, Barcelona es la segunda ciudad del mundo donde más costes adicionales implica comprar un piso de lujo siendo extranjero, mantenerlo durante cinco años y después venderlo. Se calcula que se paga aproximadamente un 20% del precio del inmueble en impuestos. Solo la supera Singapur, con un 60%.

Pol Valero Pallarès

Periodista d'Economia a Ràdio Barcelona. Habitatge,...