Gemma Nierga: "Ernest Lluch hacía de padre con nosotros, y no pudimos salvarlo"
La periodista ha recordado el dolor compartido de todo el equipo de La Ventana ante el asesinato del exministro
Barcelona
21 de noviembre del año 2000. ETA asesinaba a Ernest Lluch. Menos de 24 horas después, el equipo de entonces de La Ventana se rompía tras vivir su tarde más amarga y triste, después de haber perdido a su compañero y amigo Ernest. El exministro y catedrático se sentaba cada lunes en los estudios de Radio Barcelona para conversar con Herrero de Miñón y Santiago Carrillo, en la mítica tertulia de Sabios. Veinticinco años después, la periodista que conducía aquellas conversaciones, Gemma Nierga, ha vuelto a los mismos estudios para hablar de quién había sido Lluch y de cómo vivieron el momento de su asesinato y los días posteriores.
Rabia y odio
“Recordar a Lluch aquí es recordar el dolor compartido, porque éramos un equipo”. Lluch era parte de La Ventana de Gemma Nierga. Cada lunes llegaba con una nueva recomendación y todo el equipo se acercaba para escucharlo tanto dentro como fuera del estudio. El día de su muerte tomó a todo el equipo por sorpresa: “Él se sentaba mirando a la puerta, diciendo que quería ver la cara de su asesino, y nosotros le decíamos «Ernest, no te matarán»”. Pero él “probablemente había visto miradas”, porque Ernest Lluch “conocía el odio”. Aquel día Nierga recibió la llamada de su compañero Carles Peña con la noticia, y no quiso creérselo: “Le dije que se callara, que era mentira”, pero pronto la realidad se impuso.
La periodista pasó la noche en casa de Ernest Lluch, abrazando a su familia y llorando la muerte de quien había sido amigo en la intimidad de la radio, pero también fuera de ella, donde era “un gran cuidador”. A pesar de la seriedad que lo caracterizaba, recuerda Nierga, Lluch siempre cuidaba de todos: “Nos hacía de padre, y no pudimos salvarlo”, lamentó.
La realidad cayó como un jarro de agua fría al día siguiente del asesinato. Durante todo el día, Radio Barcelona, entonces en Onda Rambla, había estado recibiendo flores, llamadas y correos de oyentes, y el equipo de La Ventana, desesperado, se había roto sin dejar de lado la obligación de preparar un programa. “Cuando se abrió el micro, la muerte de Ernest era real”, recuerda Nierga, que rompió a llorar justo en el momento en que iba a presentar el homenaje a Lluch.
Salirse del guion
Dos días después del asesinato, Nierga protagonizó uno de los momentos más conmovedores: “Ustedes que pueden, dialoguen”, dijo ante todos los políticos que gobernaban en aquel momento. Una frase espontánea, que no estaba en el guion y que pilló a todos por sorpresa. Había un discurso, hojas llenas de palabras que “no decían nada”. Nierga recuerda cómo aquellos días iban “como robots” y cómo, en ese momento, se sintió “como poseída por un espíritu de Ernest”. Estaba tranquila, rodeada por “un silencio tan ruidoso” que se vio obligada a poner voz a lo que querían decir todas aquellas personas reunidas en paseo de Gràcia: “Veía pancartas que decían ‘diálogo’, y eso tenía que transmitirse”.
Un acto que rompió esquemas y que no agradó a los políticos: “El millón de personas estalló en aplausos, menos ellos, porque no estaba en el guion, porque sentían que ofendía la política del gobierno”. Al día siguiente los periódicos abrieron con aquel gesto: se había plantado la semilla del diálogo que tanto había defendido Ernest.
Nierga ha recordado todo esto con la emoción que solo se tiene rodeada de quienes te entienden porque también conocían y piensan en Ernest, asesinado hace 25 años pero todavía vivo: “Lo mataron y no sirvió de nada porque Ernest sigue vivo con nosotros y lo seguirá estando”.

Laura Polo Dalfó
Redactora, productora, reportera i el que faci falta a El Balcó de SER Catalunya. Graduada en Periodisme...




