Miguel de Adán, el escultor pinteño que triunfó en Sevilla durante el Renacimiento
Muy pocas personas sabían que había nacido en Pinto, ya que desarrolló su carrera profesional en Sevilla. El Seminario de Historia pinteño ofrece una conferencia sobre su figura
El catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, Jesús Miguel Palomero, habla sobre la figura del escultor pinteño Miguel de Adán.
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Pinto
Nació en Pinto en 1532 y se convirtió en un conocido escultor y retablista de Sevilla entre los siglos XVI y XVII, aunque hasta hora pocas personas lo sabían. Miguel de Adán tiene una sala dedicada a sus creaciones en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, donde se muestran obras como el ‘Retablo de San Juan Bautista’, creado para el monasterio de Dueñas de Sevilla.
Muy pocos conocían que este artista había nacido en Pinto. Fue la casualidad la que lo descubrió, gracias a los datos que sobre él aparecían en un acta de la Santa Inquisición, en la que figuraba como testigo de un caso. Así lo ha contado a SER Madrid Sur, en una entrevista, el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, Jesús Miguel Palomero, quien hablará del escultor en una conferencia del Aula de Historia, organizada por el Seminario de Historia Local de Pinto.
Miguel de Adán fue discípulo de uno de los mejores artistas de la época, Juan Bautista Vázquez, El Viejo, realizando su carrera profesional, sobre todo, en Sevilla, donde se fue a vivir y formó una familia, tras haber pasado por talleres artísticos de Toledo y Cuenca. Fue precisamente en esta ciudad, según Palomero, donde el maestro del taller en el que estaba de aprendiz, Esteban Jamete, sufrió un proceso inquisitorial. Al pinteño la Santa Inquisición le convocó como testigo y en su acta figuran todos sus datos de nacimiento, única pista que ha permitido averiguar de donde era el artista. Trabajó para encargos de temática religiosa, destacando, sobre todo, en la confección de retablos, pero también en las esculturas de bulto redondo.
Palomero recuerda que Miguel de Adán eligió Sevilla como muchos otros artistas de la época, ya que era una ciudad en ebullición por las expediciones hacía el nuevo continente. Sus padres eran de Toledo y no se tienen datos sobre su infancia y juventud, pero sí se conoce que una de sus nietas se casó con Juan Martínez Montañés, figura fundamental en la historia de la escultura española policromada y representante principal de la escuela barroca andaluza.