Seis detenidos por hacerse pasar por falsos policías y robar a personas relacionadas con el tráfico de drogas

Pinto

La Guardia Civil de Pinto y Policía Nacional han desarticulado una organización criminal formada por seis personas, de entre 25 y 67 años, de origen colombiano, que se hacían pasar por falsos policías para cometer robos con violencia e intimidación a personas relacionadas con el trafico de drogas.

La investigación comenzó en 2020 con un robo con arma de fuego en un garaje de Madrid, pero fue un robo con violencia e intimidación en Pinto en 2021, lo que hizo a los agentes tirar del hilo y terminar por descubrir a estas seis personas. En este caso, los ‘policías full’ con chalecos, placas policiales y armas de fuego asaltaron a unas personas que circulaban en su vehículo por las calles de Pinto y les robaron.

En las primeras pesquisas los agentes lograron identificar a uno de los autores del delito, que tenía antecedentes por robos con violencia e intimidación a grupos relacionados con el tráfico de drogas en Japón. Allí había cumplido condena, lo que hizo sospechar que el caso investigado pudiera tener relación con esta tipología delictiva, y que se conoce en el argot policial como ‘vuelcos’

El ‘modus operandi’ del grupo criminal era colocar dispositivos GPS en los vehículos de las víctimas y sistemas de grabación en sus entornos para realizarles una vigilancia y conocer en qué momento iban a disponer grandes cantidades de dinero o droga. Era entonces cuando se hacían pasar por agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado y perpetraban el robo con gran agresividad, sin dudar el usar las amenazas y la violencia física, según el portavoz de prensa de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid.

Los detenidos residían en Alcorcón, Seseña, Majadahonda y Madrid y están acusados de dos delitos con violencia e intimidación con arma de fuego, dos delitos de usurpación de funciones públicas y uno por pertenencia a organización criminal.

Los delincuentes actuaban con impunidad, ya que las víctimas no solían denunciar los robos o daban información limitada de los sustraído, debido a que se trataba de grandes cantidades de droga o dinero procedente de su tráfico. A los detenidos se les incautó numerosos efectos relacionados con los hechos delictivos, material policial, como placas, luces o chalecos y medios técnicos de vigilancia.