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Cada madrileño tira 31 kilos de alimentos a la basura al año

Aprender a no tirar comida es lo que propone el Consejo de Ministros. Ya está aprobado el proyecto de una ley que pretende que los restaurantes que tiren alimentos en exceso sean sancionados con multas de hasta 60.000 euros

De las 123.000 toneladas, el 77% son pérdidas y el 23% son de desperdicio. / GETTY IMAGES

El desperdicio de alimentos en Madrid: cada madrileño tira 31kg de comida al año

Madrid

Comer es una necesidad, pero comer y comprar comida de forma inteligente en ocasiones puede no resultar fácil. Los alimentos, esenciales en nuestro día a día y difícilmente alcanzables por una parte de la población madrileña, muchas veces se acaban desperdiciando y no somos conscientes de ello. Un estudio de la ONG Enraíza Derechos y la Universidad Pontificia de Comillas cifra en 31 los kilos de comida que cada madrileño tira a la basura al año. Esto se traduce en más de 100 millones de kilos de alimentos anuales solo en la capital.

Según este estudio, titulado 'Menos desperdicio para un Madrid sostenible y global desde nuestros barrios' y cofinanciado por el Ayuntamiento de Madrid, el distrito madrileño de Centro es el que más basura de restos orgánicos recoge y el de Arganzuela uno de los que menos. Además de geográficamente, la situación también cambia según el espacio en el que busquemos. Supermercados, pequeños mercados de barrio, restaurantes, hogares... cada uno tiene una visión diferente sobre el aprovechamiento de las materias primas alimenticias y su valor.

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La posible primera regulación sobre esta materia, la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, llega porque en los restaurantes hay una tendencia general por parte de los clientes a "comer por los ojos" y dejar comida en los platos y, por parte de los hosteleros, a comprar más alimentos de la cuenta por si acaso. Alimentos que acaban resultando inutilizables y terminan en los contenedores. En los pequeños comercios como en el Mercado de Argüelles, los dueños de la pescaderías, carnicerías, pollerías o fruterías tienen claro que es una cuestión que no puede pasarse más por alto. Compran lo necesario, condicionados por lo que saben que van a vender en el día o al día siguiente para no tener que desperdiciar género que, además, cada vez está más caro. Así nos lo contaba el frutero de este mercado castizo: "No podemos almacenar mucho si luego se van a llevar poco. Ahora la gente consume menos porque está todo muy caro y tirar comida supone un palo económico muy grande y se llevan las cosas que van a consumir al día. Además, está todo tan caro que no te puedes permitir que se te estropee el género porque luego lo tienes que repercutir en el precio. Procuramos llevarlo al día y preferimos quedarnos sin ello pronto a que se vaya estropeando. Lo que no vendo se lo doy a una clienta que es monja para que lo pueda aprovechar. Antes, cuando la fruta se picaba, se ponía una cajita rebajada de precio y la gente se la llevaba... pero ya no lo hacen y hay que tirarlo".

Sin embargo, en las grandes superficies no están tan concienciados con este tema. Antonio es pescadero en un pequeño puesto, pero ha trabajado antes en supermercados y nota la diferencia con creces: "En los comercios pequeños como este no se tira tanto como en un supermercado. Allí trabajan con grandes cantidades... no es lo mismo traer poquito género que sabes que venderás que pedir, pedir, pedir y pedir. Yo he visto tirar un montón de litros de leche y yogures caducados. La carne y el pescado también: a la basura... no se pueden aprovechar. Nosotros vamos al día, bajamos cada mañana a Mercamadrid y lo que vemos que se va a desperdiciar lo bajamos de precio y así tiramos muy poquito".

Daniel, desde un supermercado del centro, aunque con cautela a la hora de contar qué termina en la basura, verifica las palabras del pescadero: "Sí que es cierto que hay veces que nos llegan productos de más, pero siempre intentamos que sobre lo mínimo posible y vender todo lo posible para no tener que tirar tanta comida. En ocasiones bajamos los precios, dependiendo del producto que sea hacemos, por ejemplo, un 50% o 20% de descuento. Los huevos sí es cierto que tienen una caducidad bastante mayor... pero hay otros productos que tienen una fecha corta y se echan a perder".

La fundación Banco de Alimentos de Madrid da salida a estos alimentos que se van a caducar. Los voluntarios los donan y gracias a eso se reparte todos los días 182.000 comidas en la Comunidad de Madrid. El año pasado evitaron que se tiraran un total de 13 millones y medio de alimentos. Cantidad que puede verse incrementada cuando el Congreso de el visto bueno definitivo. Elena Doria, Portavoz de Banco de Alimentos, nos cuenta que tienen una capacidad de distribución rápida para que esos alimentos que se van a echar a perder, como yogures o frutas, puedan llegar en buen estado a gente necesitada.