El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ha estado en la Ventana de Madrid con Javier Casal para analizar la situación política actual. El actual alcalde de la capital acude a los micrófonos de la Cadena SER tras el llamado «caso mascarillas» en el que tuvo que declarar su primo por un supuesto trato de favor, y tras la crisis del PP que acabó con su dimisión como portavoz nacional del PP. La entrevista ha arrancado con el testimonio de José, uno de los trabajadores del servicio de limpieza del Ayuntamiento de Madrid, quien ha lamentado la dificultad de trabajar con el uniforme en plena ola de calor y de la falta de sombras en la ciudad, que obligan a los trabajadores a estar expuestos al sol y a las altas temperaturas durante muchas horas. El alcalde le ha garantizado que le transmitirá sus peticiones al concejal de Medioambiente. Preguntado por la limpieza de la ciudad, el actual alcalde ha asegurado que desde el Consistorio están haciendo esfuerzos para mejorarla. Sobre el llamado «caso mascarillas», el alcalde ha insistido en que la investigación surgió de las entidades bancarias, quienes alertaron, y no de ningún tipo de «vendetta»: «Cuando comprueban que reciben transferencias, si tienen dudas dan traslado servicio de prevención de blanqueo de capitales, que es lo que traslado a la Fiscalía porque no estaban claras las transferencias». «Hay un relato judicial que considera acreditado que mi familiar no conocía a Luis Medina, y que no hubo trato de favor», ha matizado. «Entiendo que haya disquisición política, pero lo que tengo claro es que tras 17 meses de investigación, no aprecian responsabilidades en el Ayuntamiento de Madrid y si hay una sentencia de que hay estafa ayuntamiento iremos hasta recuperar último euro», ha agregado el alcalde, quien ha insistido en la «jungla» que «era aquel momento el Ayuntamiento». «¿Nos pudieron estafar? Sí, pero de ahí a pensar que cometimos un delito, tanto juez como fiscal han acreditado que no, aunque insisto en la situación desesperada el Ayuntamiento por encontrar mascarillas», ha dicho. Precisamente, preguntado por la crisis del PP, el primer edil ha comentado que «fueron momentos muy complicados», puesto que fue la «crisis más gorda de la historia del PP y el epicentro fue aquí», por lo que ha agregado que fue «complicado y difícil» porque los ciudadanos «debían y mirarme y pensar que no debía dedicarle tanto al partido como a la ciudad». «Creo que la crisis se ha sellado correctamente, lo que los ciudadanos demandaban era que se cerrara rápido y no se convirtiera en un culebrón, dejáramos de mirarnos a nosotros, y les mirásemos a ellos, en ese sentido se ha cerrado bien y desde el punto de vista del que ahora es presidente, sin que sea una crítica hacia Casado, es indiscutible que Feijóo era la persona idónea», ha añadido. Sobre Pablo Casado, el actual alcalde ha señalado que «poco podemos decir una persona que no está en política y se ha apartado, y poco puede aportar bienestar madrileño que hablemos sobre cómo pudo hacerse». Sobre el homenaje a Almudena Grandes, al que el alcalde no acudió, ha señalado que su presencia «no iba a aportar más que una eventual polémica, porque era un día para sus familiares y amigos». «Quien piense que hemos querido ser cicateros con Grandes se equivoca, cuando fallece Grandes se lleva una preposición a la Asamblea en la que dicen tres cosas: que se le dedique una calle, haya un homenaje público y se le conceda el título de hija predilecta. El PP votó a favor de la calle, del homenaje público y entendimos que lo de hija predilecta lo teníamos que estudiar mejor, siendo el más alto honor, estudiar si concurrían los requisitos, y votamos en contra, pero no pasó que el PP no quisiera hacer ningún homenaje», ha agregado. Almeida ha comentado que hizo «unas declaraciones poco afortunadas desde el punto de vista humano» - en las que aseguró que Grandes no merecía ser hija predilecta de Madrid- la forma en la que se expresó «no fue la más afortunada». «A partir de ahí, lo que se hace es hablar con la familia, organizar un acto, de homenaje y entrega, supervisado por la alcaldía con Luis García Montero, que fue muy bonito y el recuerdo para ellos creo que quedará imborrable», ha añadido. Preguntado sobre la polémica que surgió a raíz de que Cibeles no vistiera con la bandera LGTBI, el alcalde ha insistido en que cuenta con un informe de los serivicos jurídicos que dice que «no se pueden colgar banderas que no sean oficiales». «El año pasado lo hice porque no quería que hubiera una decisión política», ha asegurado el primer edil, quien ha lamentado que se pueda entrar en «polémicas artificiales» o «asumir que se iluminó durante tres noches con la bandera LGTBI». «Yo dije desde el primer día que el Orgullo se iba a celebrar exactamente igual. ¿Ha habido algún problema en la celebración del Orgullo? El ayuntamiento ha puesto todos los medios», ha agregado. Sobre esta cuestión, el alcalde ha criticado que «hay parte de la izquierda que quiere patrimonializar el Orgullo y excluirnos por razones artificiales». «En el próximo pleno del Ayuntamiento, ni una sola iniciativa de la izquierda se refiere a la celebración del Orgullo, si hubiera habido problemas, hubieran llevado alguna iniciativa, porque saben que no ha pasado nada, que la polémica era si se colocaba una bandera», ha sentenciado. La actual delegada de la Comunidad de Madrid, Mercedes González, manifestó que «le encantaría» ser alcaldesa de la ciudad. Sobre estas declaraciones, Almeida ha pedido que «no se utilice la Delegación del Gobierno como plataforma electoral. Eso contamina su labor como delegada», ha dicho. Sobre una reciente encuesta de GAD3, que le otorga la mayoría absoluta, Almeida ha dicho que la foto fija que pone en valor «es el trabajo del Ayuntamiento de Madrid, porque hemos pasado un año malo, con el tema del espionaje, las mascarillas, la crisis del PP... pero los ciudadanos saben distinguir la gestión de ayuntamiento de otras cuestiones».