"Como lavar a un perro": garrafas de agua fría para asear a los mayores de una residencia de Leganés

Madrid

Los trabajadores de la residencia Parque de los Frailes de Leganés recibieron el pasado 7 de julio un correo electrónico de una de las responsables del centro en el que se les decía que no se podía utilizar el agua corriente y que eso incluía los aseos y las duchas de los mayores. Que se utilizaría agua mineral y unas manoplas húmedas de doble uso. Y así están desde entonces, aseando a los residentes con el agua de garrafas de 5 litros. "El agua está del tiempo y es algo que los residentes no soportan porque es ducharles con agua fría. Es asqueroso lo que se está haciendo porque es un lavado como lavar a un gato o a un perro. Hay algunos que huelen fatal", cuenta David, gerocultor al que hemos llamado con otro nombre para no ser reconocido por miedo a represalias.

Como contamos en Radio Madrid hace un mes, esta residencia estaba dando agua sucia para beber a los mayores lo que provocó un brote de gastroenteritis a 43 residentes. Desde entonces se prohibió beber el agua de los grifos aunque a los residentes se les siguió lavando con el agua corriente hasta el pasado día 7 de este mes. "El agua está a temperatura ambiente y los usuarios tienen una temperatura corporal inferior a la nuestra. El truco que nos hemos buscado es calentar jarras de agua en el microondas para poder asearles en condiciones dignas. Tienen úlceras, diferentes patologías y la higiene es fundamental", explica Ana, nombre ficticio, otra de las trabajadoras.

La Consejería de Política Social dice que el suministro de agua se cortó cuando se detectó el brote de gastroenteritis. Que después se hizo un análisis del agua cuyos "resultados preliminares descartan esta relación al tratarse de un brote de origen vírico que se transmite persona a persona, pero detectaron niveles de cloro y hierro inadecuados en parte de la red", explican fuentes de este departamento. Por eso han ordenado la limpieza de los cuatro depósitos de agua del recinto y de las válvulas de salida de agua. La limpieza, añade desde la Consejería, ya se ha llevado a cabo y "ahora se está a la espera del resultado de los nuevos análisis para reanudar el suministro".

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Falta de personal y de material

La plantilla del centro también denuncia que falta personal y eso provoca impotencia por no poder llegar a todo, carreras y ansiedad. "Falta personal en todas las categorías y en todos los turnos. Los trabajadores estamos agobiados y nos vamos con ansiedad a casa. Se valen de que trabajamos con personas y de que no vamos a dejar a un abuelo sin desayunar, sin asearle, sin levantarle o sin acostarle después de las horas que lleva en una silla de ruedas. Entonces te dejas la piel por dar una atención digna a todos los usuarios pero vamos corriendo por todos los sitios porque no da tiempo. Es mucha impotencia; mucho estrés", se lamenta Ana.

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La carencia de personal llega incluso al de enfermería. "En enfermería están desesperados porque además no tienen material para realizar sus funciones. Falta de todo", añade esta trabajadora. Esa falta de material se refiere a tubos para pruebas analíticas, tiras para hacer pruebas de orina, material para curas y sillas para la ducha de los residentes, entre otros. También, al mal estado de armarios, colchones o baños deteriorados.

En la Consejería de Política Social aseguran que ya se le ha requerido a la empresa concesionaria, Grupo Centenari, que cumpla las ratios de personal de enfermería fijados en el pliego de prescripciones técnicas y que documente que está buscando de forma activa personal. Sobre la falta de material, explican en este departamento que el pasado lunes 18 se hizo una inspección al centro en la que no se detectaron problemas pero, también afirman, que ya antes se le había explicado a la empresa la manera correcta de hacer los pedidos de materiales para evitar problemas de abastecimiento.