Pinto

Carmelo Gómez dice sentirse muy a gusto y libre haciendo teatro. En concreto con la obra que lleva ya tres años girando por España, ‘A vueltas con Lorca’, un monólogo con textos de Federico García Lorca, Miguel de Cervantes y Lope de Vega, dirigido por Emi Ekai, en el que está acompañado en el escenario por el pianista Mikhail Studyonov y que este sábado llega a Pinto.

El actor, que fue referente en al panorama cinematográfico de los 90, y tiene en su haber dos Goya y un Ondas, entre otras distinciones, hizo una pausa en un carrera y casi desapareció, hasta que volvió a resurgir como el Ave Fenix, en un medio en el que se siente más libre y feliz: el teatro. “Si no llego a haber hecho esto me habría perdido algo en mi carrera. Así cierro un círculo de anhelo y pretensión que yo tenía cuando empecé”, asegura en una entrevista en SER Madrid Sur, donde recuerda sus inicios. “Yo empecé como los juglares, con un puntero y unos dibujos por la calle, luego fui a la escuela, empecé a aprender un método, después el cine, que es una metodología muy férrea, pero estaba deseando coger la piqueta y romper la cuarta pared” dice riendo, “y por fin creo que lo hecho con esta representación, donde me siento muy bien, muy libre, muy cercano con el público”.

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Y aunque ha vuelto a rodar con Imanol Uribe, en ‘Llegaron de noche’, - “me llama un amigo y claro que lo hago”- no contempla una vuelta a la industria cinematográfica, de la que parece no tener muy buen recuerdo, y lo ve como un capítulo cerrado. El haber intervenido en la película de Uribe “no implica, a mi no me implica, una pertenencia otra vez a la familia del cine, ni ellos quieren, ni yo tampoco quiero y la verdad que estoy muy bien y muy a gusto con el teatro”, reconoce.

Un espectáculo distinto

Gómez quiere despejar cualquier precaución sobre la obra por tratarse de poesía. “Esto es una juerga en el escenario donde se intercala prosa, verso, mis experiencias vitales con el cine, con algunas anécdotas, lo mezclo todo y monto un bululú que va improvisando en el momento, esto es lo que queremos hacer, que no sea un tostón poético uno detrás de otro”. No obstante, tiene claro una cosa y es que su obra está pensada para “abrir los ojos de la gente, que cada vez tienen más penumbra en nuestro presente y a través de la palabra crear imágenes, eso es fundamentalmente en Federico”, afirma el actor

En ‘A vueltas con Lorca’ también hay música en directo con la aportación de pianista que le acompaña en el escenario, algo importante, porque recuerda, Lorca también tocaba el piano y a través de su música se hacía imprescindible en las “fiestas, en las juergas y en ese mundo nocturno que é tenía con sus amigos de la residencia”. Carmelo Gómez quería volver a ser el juglar de sus inicios, recuperar el alma de ese teatro itinerante y hacer “una especie de barraca” para llegar a todos los lugares donde un gran montaje no podría llegar. Con ‘A vueltas con Lorca’ lo ha conseguido, y además, con éxito. La obra podrá verse este sábado a las ocho de la tarde en el teatro Francisco Rabal de Pinto.

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