Deepfake, las imágenes falsas manipuladas a través de la inteligencia artificial

Fuenlabrada

Mucho hemos oído hablar de las fake news o noticias falsas, que se han convertido en algo más habitual de lo deseable en nuestros días, pero hay otra técnica similar que busca no sólo engañar y manipular, sino en algunos casos, sacar beneficio económico de ello. Nos referimos a las deepfake, un acrónimo inglés formado por las palabras ‘fake’, falsificación, y ‘deep learnigng’, aprendizaje profundo. En definitiva, es una técnica que utiliza la inteligencia artificial para editar videos o imágenes falsas de personas, que aparentemente son reales. A veces sustituye a una persona real por otra, suplantando su identidad, pero también puede crear fotografías completamente ficticias desde cero, según explica José Antonio Rubio, doctor Ingeniero en Ciberseguridad por la URJC.

Estas técnicas de engaño son cada vez más habituales y por eso hay que saber qué son y cómo detectarlas. El famoso video de Barack Obama en 2018 donde aparecía insultando a Trump demostró cómo una suplantación de identidad podía causar mucho daño y ser creída por infinidad de personas. Después se han visto otros ejemplos con caras famosas, al igual que fotografías en las que se introducen elementos falsos que pervierten el mensaje. Pero una de las variantes que ahora está funcionando más es la ‘estafa del CEO’, según afirma Pablo González, responsable del equipo ‘Ideas Locas’ de Telefónica y docente Máster universitario en Seguridad de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la Universidad Europea Madrid.

Consiste en conseguir reproducir a través de la inteligencia artificial la voz del CEO de una gran empresa y así poder llamar al trabajador para que le de información confidencial de la misma y de sus cuentas, afirma. Para González es una práctica que podría decirse es una especie de evolución del phishing, aunque en este caso, asegura que se está dando más en el habla inglesa.

Cómo detectar una deepfake

Rubio recomienda, si se trata de una llamada con la voz de alguien conocido que pide información confidencial, recurrir a la fuente. Dejar en pausa la petición y llamar a la persona en cuestión para confirmar que es ella la que nos está requiriendo los datos.

En caso de videos se puede prestar atención al parpadeo de los ojos del que habla, porque nos daremos cuenta de que parpadea menos que una persona, ya que el algoritmo de los deepfake no puede hacerlo a la misma velocidad de un humano. También se aconseja buscar la fuente de la grabación, a la persona que primero compartió el video, esto nos ayudará también a averiguar el contexto de la publicación. Además, hay que fijarse si el sonido, la voz de la persona que habla, está acompasada con la imagen y sus labios al hablar. Si el sonido no está sincronizado está claro que es una falsificación.

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No obstante, González recuerda que las deepfake también tienen usos positivos, como para el arte y el entretenimiento o para investigación médica.