Cuando unos juguetes Pez, un zapato con plataforma o una fregona se convierten en restos arqueológicos

Madrid

Aquel momento lo retrató el fotógrafo Robert Capa cuando estando en Madrid durante la Guerra Civil documentó los bombardeos de Vallecas en la calle Peironcely 10. En la parcela de enfrente, de casi mil metros cuadrados, a espaldas de la parroquia de San Carlos Borromeo, y separada por la calle de Miguel de la Roca se erguían seis edificios de dos plantas cada uno, en los que vivían diecinueve familias, en general, inmigrantes de Ciudad Real, Jaén, o Guadalajara. Los bombardeos aéreos sobre Vallecas provocaron la destrucción casi total de ese inmueble. Tras la contienda, en la posguerra otra inmigración llegó al lugar donde debían construirse casas para sobrevivir aquellos que llegaban a la capital en busca de mejor vida. En Madrid, encontraron trabajos, pero vivían en infraviviendas edificadas con sus manos, y de tejados de uralita. Algunas películas como Se armó el Belén de José Luis Saénz de Heredia, dan fe de la existencia de esas chabolas en los años 70.

Siguiendo la pista de Robert Capa, la Fundación Anastasio de Gracia se empeñó en que esa parcela había de ser excavada para conocer algo más de las personas que vivieron allí. Las chabolas fueron derruidas, sus vecinos realojados en unas torres cercanas y tras ello el Ayuntamiento de los años 80 decidió hacer un parque. En la actualidad ya no había parque alguno, sólo los árboles circundantes. El resto eran un aparcamiento de coches y basura. Hace poco la zona fue denominada Plaza del Fotógrafo Robert Capa.

Cuatro profesionales, dirigidos por el arqueólogo Alfredo González Ruibal están trabajando en este yacimiento del siglo XX para datar y documentar nuestra más reciente historia, la de las bombas y la inmigración.