"Estoy asustada. Soy docente, no sanitaria": profesores que tienen que hacer de enfermeras ante la falta de personal en Madrid
La falta de enfermeras en los centros educativos madrileños está provocando situaciones difíciles para muchos maestros que tienen que afrontar problemas en el aula, con enfermedades de sus alumnos que no saben resolver
"Estoy asustada: soy docente, no sanitaria"
Madrid
En Madrid hay 1.216 centros educativos públicos y sólo 566 tienen enfermeras contratadas para atender las enfermedades y complicaciones que pueda sufrir el alumnado en el día a día, según los datos que manejaba en octubre AMECE, la Asociación Nacional e Internacional de Enfermería Escolar. Hablamos de los públicos, porque los privados y los concertados sí suelen contar con esta figura sanitaria.
La Comunidad de Madrid establece una serie de requisitos para que los centros puedan solicitar una enfermera, aunque cumplir esos requisitos tampoco garantiza que vayan a disponer de un profesional de este tipo, o que lo vayan a tener a jornada completa. Depende, en gran medida, de que haya algún alumno con una afección importante, como la diabetes, aunque se dejan fuera de los requisitos otros problemas como las alergias, sin tener en cuenta que un shock anafiláctico por una reacción alérgica puede ser fatal si no se trata a tiempo o de manera adecuada.
Aún así, de los más de mil doscientos centros públicos madrileños, en octubre todavía había 65 que reunían todos los requisitos para disponer de enfermera y, sin embargo, no la tenían. Es el caso del centro de Dalila, maestra de primaria en un colegio de la sierra noroeste. En su centro hay dos alumnos diabéticos, y uno de ellos está en su clase. Desde septiembre, y hasta el pasado jueves, en su colegio no ha habido enfermera. Ella nos ha contado en Hoy por Hoy Madrid cómo ha sido su día a día en estos dos meses. Nos ha dicho que tenía un montón de alarmas en el móvil, para que no se le olvidara tomarle la glucosa, y que el pequeño tiene un sensor, que de vez en cuando empieza a pitar porque la tiene muy alta o muy baja. En esos momentos ella tenía que tomar la decisión de qué hacer. Hasta que hace dos días ha llegado la enfermera, no tenía el asesoramiento de ningún profesional, y le aterrorizaba la idea de que le pudiera pasar algo. Y mientras tanto, cuando tenía que atender las crisis de su alumno, el resto de la clase asistía con preocupación a ese momento, viendo a su maestra asustada. "Yo soy profesional de la educación, no de sanidad", ha recordado Dalila.
La administración de inyectables
Si en un centro educativo no hay enfermera, el personal docente no tiene permitida, como norma general, y salvo situaciones graves o extremas, la administración de medicamentos inyectables a los alumnos, como es el caso de la insulina. Por eso, en muchas ocasiones es algún familiar o persona autorizada la que debe desplazarse al centro para inyectar la insulina a los menores diabéticos que todavía no saben hacerlo por sí solos. "Creo que esta es una situación nefasta e injusta, tanto para el niño, como para la familia, la maestra o sus compañeros", ha señalado Dalila.
Pésimas condiciones laborales
Detrás de la falta de enfermeras en los centros escolares está, por un lado, la falta de presupuesto para contratar al menos a una por centro y el enrevesado camino burocrático que tienen que recorrer los profesionales de enfermería que quieren ir a un centro educativo. Pero, además, también hay que tener en cuenta las malas condiciones de contratación está provocando que muchos de estos enfermeros renuncien, incluso habiendo sido contratados, para atender a una oferta laboral más atractiva. La delegada de Educación del sindicato CSIF Gema Domínguez ha señalado que "este año se han reducido las jornadas al 50, 60 y 75%, con la correspondiente reducción de salario. A un enfermero o enfermera escolar les cuenta más en su experiencia laboral trabajar en un hospital o centro de salud, que en un colegio. Además, cuando están apuntados en la bolsa de sanidad, si le ofrecen un empleo y no aceptan les penalizan durante un año. Y lo más importante: estamos hablando de contratos de seis meses y fijos discontinuos. Los de seis meses acaban ahí, y los fijos discontinuos no tienen derecho a paro y no cobran desempleo durante los meses de verano".
Una enfermera en cada centro
Una vez más, en este asunto España tampoco está homologada con lo que ocurre en otros países europeos, donde la presencia de enfermeras y enfermeros en los centros educativos está normalizada. Natividad López, presidenta de la Asociación Nacional e Internacional de Enfermería Escolar, AMECE, ha asegurado que debería haber al menos un profesional por cada centro educativo, independientemente de si cumple los requisitos o no, aunque ha añadido que lo ideal sería que hubiera más de uno en función del número de alumnos que tenga matriculados. La presidenta de AMECE ha añadido que, además de atender los problemas sanitarios que se presenten, los enfermeros también realizan una labor de prevención y de educación para la salud.
Carlos Cala
Empieza en la radio en 1992, en la emisora de...