Imanol Arias: “No se puede entregar a tus hijos ningún secreto sobre la vida, les puedes entregar la vida, la verdad”

Getafe

Para Imanol Arias interpretar a Willy Lomas en ‘Muerte de un viajante’, de Arthur Miller, es “un gozo”. Le costó arrancar, cuando el estreno se programó en Bilbao y la saturación y la responsabilidad de preparar con poco tiempo el personaje le pudo y tuvo que estar tres días ingresado para un reposo absoluto, que después le hizo coger con más fuerza a este personaje con el que se ha mimetizado todo este tiempo. “Esta función es una obra con muy poco truco, es escuchar, es como un concierto”, afirma en una entrevista en SER Madrid Sur en la que reflexiona sobre la obra y lo que transmite, poco antes de llegar al Teatro Federico García Lorca de Getafe, este domingo.

“Es la historia de un gran equivocado y eso al ser un personaje de un grado de equivocación enorme, de creencia en su equivocación, lo convierte en un personaje trágico. Siempre se dice que la tragedia es el único género que permite traspasar los años, las generaciones, porque hace un dibujo de ser humano tan específico que lo lleva al ridículo”, ha contado.

Tan actual que encontramos elementos comunes a nuestros días como el capitalismo, el fracaso, la mentira, la familia y hasta lo que hoy conocemos como postureo. “Habla de un hombre que sueña con algo grande y cree que lo más importante no es lo que hagas, digas o seas, sino los contactos y caerle bien a la gente. Ve que su vida es un poco fracaso, el fracaso de una profesión que se va terminando”, porque el viajante de comercio en EEUU hace 70 años fue sustituido por catálogos.

Caer bien, postureo y los contactos

Para el actor, su personaje “define muy bien el postureo, que ahora tanto protagonismo tiene”, contando a sus hijos como se abre las puertas cayendo bien y con contactos, lo que no les cuenta son las otras cosas que tiene que hacer para llegar a eso. Ahora “el caer bien y los contactos” se trasladan a las nuevas tecnologías, “las grandes empresas como Meta se dedican a los contactos”, por eso, hoy en día, las productoras tienen en cuenta, con los actores más jóvenes, “aparte de otras muchas cosas, los seguidores” que tienen en las redes. Unas redes donde Arias está casi ausente, sólo tiene Instagram, que utiliza de forma profesional, y dice no estar ni en Twitter porque “no me gusta discutir, ni pelearme con nadie”.

La historia que llevará este domingo al teatro de Getafe también refleja una cruda realidad de estos tiempos y es que los padres son conscientes de que sus hijos vivirán peor que ellos, algo que comparte Arias. Cree firmemente que “no se puede entregar a los hijos ningún secreto sobre la vida, les puede entregar la vida, la verdad” y reconoce que sus propios hijos le dicen: “Nosotros seguramente viviremos peor que tú. Si tienes un hijo con 30 años y quiere tener familia, acceder a un hogar, es prácticamente imposible, es difícil para mucha gente”.