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Los médicos en huelga y vecinos se encierran en Madrid por la sanidad pública

Desde el sindicato Amyts emplazan al consejero del ramo, Enrique Ruiz Escudero, a que acuda a reunirse y escuchar a los sanitarios

Los médicos de familia y pediatras comienzan un encierro indefinido este jueves en Madrid, para visibilizar la huelga que retomaron la semana pasada y tratar de concienciar a la población sobre la situación actual de la Atención Primaria por la que protestan ante el Gobierno de la Comunidad de Madrid. / Daniel Gonzalez (EFE)

Madrid

Médicos de Familia y pediatras de la Atención Primaria madrileña, en la sexta semana de huelga indefinida, y ciudadanos han comenzado este jueves un encierro simbólico indefinido en la sede de la Asociación de Vecinos de Manoteras, en el distrito de Hortaleza, para exigir al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso soluciones para evitar la "destrucción" de la sanidad pública.

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La secretaria general de Amyts, Ángela Hernández, ha invitado a la presidenta de la Comunidad de Madrid y al consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, a acudir al encierro para conocer lo que sucede en la Atención Primaria y hablar de primera mano con los médicos de Familia y pediatras.

Esta iniciativa parte de los propios facultativos en coordinación con la población, según Hernández, quien ha explicado en este encierro simbólico siempre habrá profesionales, organizados en turnos, de forma "digna", en el que tendrán acceso a comida y participarán en actividades con los vecinos del barrio, como un aplauso a los sanitarios a las 20:00 horas.

Hernández ha agradecido la sesión del local de la Asociación de Vecinos de Manoteras, situado en la calle de Cuevas de Almanzora, para evitar problemas desde el punto de vista legal con el objetivo de visibilizar la situación de la Atención Primaria en la Comunidad de Madrid.

Un millón de madrileños, entre ellos 200.000 niños, no tienen asignado ni médico de Familia ni pediatra en la región, lo que significa que cada vez son atendidos por un profesional diferente y genera "inequidad" en el acceso a la Atención Primaria en una Comunidad que cuenta con los recursos económicos suficientes para evitar que esto suceda, según Amyts.

El sindicato espera desde el pasado 11 de enero -cuando tuvo lugar la séptima reunión negociadora entre la Administración regional y el comité de huelga- una respuesta de la Consejería de Sanidad a la propuesta de intermediación en el conflicto de tres médicos de reconocido prestigio a nivel nacional.

"Desde el día 11 no hemos recibido ninguna cita para hablar y para dialogar", ha indicado la secretaria general de Amyts, quien ha mostrado su disposición a que la negociación llegue a buen puerto y ha precisado que en el local de la Asociación de Vecinos de Manoteras siempre habrá médicos, si la presidenta o el consejero de Sanidad, quieren hablar con ellos.

Según Hernández, los médicos de Familia y los pediatras y la propia población no entienden que en un conflicto autonómico de este calibre y de esta gravedad en ningún momento ni la presidenta madrileña ni el consejero de Sanidad se hayan preocupado por hablar con los profesionales.

Los facultativos están "aguantando" en huelga porque está en riesgo "la viabilidad de la Atención Primaria de calidad" y no quieren ser "médicos de cupo" ni hacer una medicina "low cost", ha dicho la representante de Amyts.

Por su parte, Pedro, un vecino de Manoteras, ha apoyado las reclamaciones de los sanitarios para frenar el "deterioro" de la sanidad pública en la Comunidad de Madrid, una de las regiones que menos dinero dedica a este servicio.

Los médicos madrileños reanudaron el pasado jueves 12 de enero la huelga indefinida que comenzaron el 21 de noviembre y que suspendieron durante las fiestas navideñas, tras fracasar las negociaciones con la Consejería madrileña de Sanidad.

A la huelga están llamados 4.240 médicos de Familia y 720 pediatras de los 430 centros de salud de la Comunidad de Madrid para reivindicar un mínimo de diez minutos por paciente, una limitación de las agendas y una mejora de las condiciones laborales de los profesionales para evitar su fuga a otras regiones o países.