El arte de Fernando Vicente: "Ilustrar para adultos es algo precioso"

Madrid

Los amantes del drama romántico entre Scarlett O’Hara y Rhett Butler, historia que conocimos gracias a la novela 'Lo que el viento se llevó', escrita por Margaret Mitchell en 1936, no solo pueden conformarse con su representación en la pantalla grande. Ahora también podrán hacerlo a través de las páginas de la nueva obra ilustrada por Fernando Vicente: 'Lo que el viento se llevó' (Reino de Cordelia, 2022).

"Este viaje me lo propuso Jesús Egido, de Reino de Cordelia. Yo me asusté un poco porque, para empezar, es un libro de 1.000 páginas; es una novela maravillosa, pero la película también es muy poderosa y yo generalmente me invento a los personajes, pero en este caso tenía que dibujar en base a los actores de la cinta. Creo que hemos acertado porque el imaginario de estos personajes está muy asimilado en la mente de los espectadores y lectores y creo que a Mitchell le hubiese gustado así", afirma Vicente desde la librería Ciento Volando de Malasaña.

El segundo trabajo que presenta es una antología de su obra 'El arte de Fernando Vicente' (Norma Editorial, 2022): una selección del trabajo de cuarenta años, desde sus comienzos en los años ochenta hasta la actualidad. "En este libro encontramos mis primeras ilustraciones para el Tebeo Madrid, del Ayuntamiento, y después mi paso por la prensa. Afirma que desde hace quince años se viene haciendo una cosa muy bonita: ilustrar para adultos, eso es algo precioso". Y sigue: "el libro ilustrado siempre había sido infantil y ahora está cobrando otro sentido. Para mi es un trabajo precioso porque me puedo meter mucho tiempo a estudiar la época, los personajes, etc. Considera, además, que este es un momento muy dulce para la profesión porque cada vez hay más escuelas y más ilustradores e ilustradoras.

El arte de un ilustrador

El ilustrador ha confesado que su pasión por el dibujo le viene desde muy pequeño por influencia familiar: "En mi casa todos dibujan. De hecho, mi madre con setenta años se ha iniciado ahora y pinta de maravilla". Asegura que una de sus mayores aficiones es visitar los museos de la capital, en concreto, el Museo del Prado, al que considera una segunda casa. "Siempre que viene alguien a Madrid recomiendo museos un poco escondidos". Además, confiesa que ha pasado tardes enteras en el Museo Sorolla no solamente para contemplar su obra, sino por el hecho de estar en su casa visitando las exposiciones.

Sobre el cambio de estilo en sus obras asegura que se debe al cambio de mentalidad: "Hay un cambio porque hace un tiempo hubo una eclosión: en los libros editados de los años noventa se pedían fotos y, ahora, la gran mayoría son ilustraciones". Afirma que también se ha generado una eclosión del cómic que ha provocado un cambio estilístico de esa modernidad de los ochenta a trabajar en algo más serio, como la publicación de caricaturas e ilustraciones en prensa.

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