Peridis homenajea a los beatos en ‘El cantar de Liébana’

Fuenlabrada

Siglos antes de El Quijote, otros libros ‘hispanos’ se habían convertido en un best-seller europeo: los beatos, bautizados en nombre al santo Beato de Liébana (s. VIII d.C.) que, desde el valle cántabro de Liébana, realizó unos ‘Comentarios al Apocalipsis de San Juan’, que además se ilustraron ricamente.

Durante los siguientes cuatro siglos, monasterios desperdigados por todo el norte cristiano copiaron y enriquecieron ese libro original en lugares, muchos, hoy casi olvidados: Valcabado (Palencia), Tábara (Zamora), San Millán de la Cogolla (La Rioja), San Miguel de la Escalada (León)… por artistas de los que aún conservamos sus nombres: Magius, Emeterio, la monja Ende, Oveco, Facundo…

Todo parece conducirnos a José María Pérez ‘Peridis’, lebaniego de nacimiento, palentino de adopción, dibujante y escritor, que, en su última novela, ‘El cantar de Liébana’ (Espasa, 2022), revive la experiencia de Beato y el origen de sus comentarios.

“Los dibujantes de cómic no tienen patrono. ¿Cómo es posible? Beato fue el inventor casi del cómic en el siglo VIII ¿Imagínate dibujarse el Apocalipsis?”, bromea con SER Madrir Sur.

La novela navega entre dos momentos: la Alta Edad Media, acompañando a Beatro, y la actualidad, donde la protagonista es Eulalia, una viuda reciente que, con mucho tiempo libre, se apasiona por la historia de los beatos y de Liébana, de donde era originario su difunto marido; un personaje al que desde la primera página se le coge cariño.

“He cogido cariño a Eulalia. Me veo reflejado en ella y veo en ella a todas aquellas mujeres que, viudas o no viudas, han llegado a una edad en la que van a las bibliotecas, hacen clubs de lectura, oyen la radio, se apuntan a la universidad… Merecen todo mi aprecio por su atrevimiento”, reconoce.

Tras ‘Esperando al rey’ (Espasa, 2014), La maldición de la reina Leonor (Espasa, 2016) y La reina sin reino (Espasa, 2018), asume que esta es su novela más personal pues en ella plasma muchos de sus recuerdos de infancia en Liébana o Potes. “El paisaje está igual ahora, los pueblecitos pequeños recostados en las montañas, los arroyos, los hayedos y robledales… y ¡unos olores! Aún me acuerdo de cómo olía el bosque recién llovido y tenía tres años”.

El libro es una maravilla editorial, acompañado, no podía ser de otra manera, de las peculiares ilustraciones del dibujante en tonos azules, un color tan difícil y tan caro de conseguir en la Edad Media y que, aquí, Peridis derrocha en cada página.

“En la cabeza tengo ya la idea de otra nueva novela. Quiero hacerla enseguida porque tengo una edad, 81 años, que no da para muchas novelas, para una o dos”, concluye.