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Tribunales | Actualidad

El exalcalde de Guadarrama, en el banquillo por coacciones y prevaricación

José Ignacio Fernández Rubio ha reconocido que era al mismo tiempo alcalde y abogado de una empresa con intereses inmobiliarios en ese municipio

José Ignacio Fernández Rubio (izq) junto a la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre en un acto del Partido Popular / Partido Popular

Madrid

El exalcalde popular de Guadarrama vuelve a sentarse en el banquillo y vuelve a sentarse por un problema urbanístico. La Fiscalía acusa a José Ignacio Fernández Rubio de coaccionar al propietario de una hípica en ese municipio para que cediera una parcela al lado de un restaurante que fue vallada para impedir que los clientes aparcaran en ella.

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En su escrito el Ministerio Público señala que desde su cargo de alcalde de la localidad presionó al empresario, le coaccionó presuntamente con enviarle una y otra vez a la Policía Local para que levantara acta. Pero lo más paradójico es que Fernández Rubio era el abogado de la empresa del restaurante.

Se le había concedido la compatibilización de ambos trabajos: letrado y primer edil...una situación difícil de entender y menos ahora con un juicio de por medio que también le imputa un delito de prevaricación.

Ante los magistrados de la Audiencia Provincial, Fernández Rubio ha reconocido esa dualidad alcalde-abogado y que trabajaba para la empresa del restaurante. En un momento de su interrogatorio ha soltado la perla de la mañana: claro que hablo con el denunciante, pero no para presionarlo sino para mediar. Es más, se presentó en la finca como letrado y no como primer edil. No ha quedado acreditado cuantas horas a día era alcalde y cuantas abogado de parte.

Y por si fuera poco su primer teniente de alcalde también se sienta como acusado...y es que era socio del restaurante. Serán los magistrados lo que delimiten las posibles responsabilidades penales de todos los acusados, pero el mal olor que desprende este asunto es más que evidente.