Ayuso frivoliza con la paridad y la Ley Trans: "A través de la autodeterminación de género puedo tener dos 'Enriquetas' en mi Gobierno"

Madrid

En la semana del 8-M, y solo cuatro días después de abrir la puerta a que la Asamblea de Madrid derogue la Ley Trans autonómica —que lleva aplicándose sin problemas desde 2016—, Ayuso entra en el debate como elefante en cacharrería. Lo ha hecho para criticar la Ley de Paridad que el presidente del Gobierno anunció este fin de semana y que este martes está previsto que pase por el Consejo de Ministros.

"Lo que quiere [Pedro Sánchez] es lavar su imagen ante las mujeres porque no puede estar quedando peor con nosotras", ha dicho Ayuso en una visita a las instalaciones del futuro Instituto de Educación Secundaria Blanca Fernández Ochoa, en el barrio madrileño de Montecarmelo. La también líder del Partido Popular (PP) regional, de hecho, achaca la iniciativa a la "competencia por ver quién es más feminista" con Unidas Podemos.

En opinión de Ayuso, Madrid no necesita una Ley de Paridad "porque es la comunidad autónoma que más años ha estado gobernada por una mujer", en referencia a los mandatos de Esperanza Aguirre, Cristina Cifuentes y ella misma, que suman en total casi 16 años. "Hoy somos el motor económico de España y no nos ha hecho falta nada de esto", ha presumido Ayuso.

Lo más llamativo ha llegado justo después, cuando la presidenta regional se ha referido a la aplicación de la ley, que es lo que realmente le ha preguntado la prensa: "Si es necesario, lo que podemos hacer a través de la autodeterminación de género es irme con mi vicepresidente, que se convertirá en mi vicepresidenta; y con mi consejero, que será mi consejera". Lo ha dicho en referencia a Enrique Ossorio y Enrique López. "Tendremos a Enriqueta López y a Enriqueta Ossorio y, a lo mejor, así gestionamos mejor la vida de los madrileños", ha ironizado Ayuso, que no cuenta con un gobierno paritario —6 hombres y 4 mujeres, ella incluida—.

No es la primera vez que sucede: Ayuso ya dijo que la transexualidad era "una moda"

No es la primera vez que la presidenta madrileña frivoliza con la transexualidad en los últimos días. De hecho, la semana pasada, en el Pleno de la Asamblea de Madrid, se refirió a ella como una "moda", al responder a la pregunta que le hizo la portavoz de Vox, Rocío Monasterio. Ese día, la cámara regional tenía que debatir la toma en consideración de una vieja demanda de la ultraderecha, la derogación de la Ley Trans autonómica, que se aprobó en 2016 sin ningún voto en contra —el PP se abstuvo—.

Horas después de las palabras de la presidenta, el Partido Popular apoyó con sus votos que la Asamblea debata esa derogación, que no podrá culminarse en los tres plenos que le quedan a la legislatura. Aun así, la cesión de los populares fue duramente criticada por los portavoces de la izquierda, que consideran que supone "un peligroso precedente", en palabras de Eduardo Rubiño, de Más Madrid. "Será la primera vez que se retrocede en democracia en derechos LGTB", advirtió el diputado del grupo de Mónica García.