Conozcamos la historia de Madarcos
Nos adentramos en la historia y los motivos más curiosos por los que se conoce a la localidad, considerada la más pequeña de la Comunidad de Madrid
Madarcos
Si por algo destaca el municipio de Madarcos, es por ser considerado el más pequeño, aunque también es uno de los menos conocidos de la región. Por eso, en la sección de hoy, nos centramos en su historia y sus curiosidades, empezando por el origen de su nombre, que se debe al río Madarquillos, ya que esta localidad limita con los municipios de Horcajuelo de la Sierra, Prádena del Rincón, Puentes Viejas y Piñuécar-Gandullas, además de estar accidentado y asentarse en un altiplano bordeado por la hoz que forma este río.
Otro aspecto destacable de Madarcos es que su núcleo urbano no ha sufrido casi cambios a lo largo de la historia. De hecho, conserva algunos elementos muy visibles de su actividad tradicional, fundamentalmente ganadera, ya que la mayoría de las viviendas son cuadras rehabilitadas. Aunque, si nos detenemos a pensar en su historia, esta no goza de demasiada fama. Al menos, no de una fama oficial, pero se piensa que se puede remontar a la repoblación de la parte sur de la Sierra durante la Reconquista.
En su día, los terrenos que hoy componen esta localidad pertenecieron a la ciudad segoviana de Sepúlveda, ya que aparecían como una donación en el fuero de esta última por parte del rey Alfonso VI, pasando a formar parte de la Tierra de Buitrago desde el año 1028. Hasta mediados del siglo XIII, el territorio se iría poblando por grupos de pastores que construirían sus refugios junto a los pastos. El interés que los reyes tenían en que esta zona, por ser estratégica, se ocupase rápidamente y de una manera efectiva hizo que éstos concedieran una serie de privilegios a las poblaciones mencionadas, como la exención de algunos impuestos, o la liberalización de los montes comunales para que fueran usados como pastos por toda la población establecida allí, lo que hizo posible que funcionara un sistema económico autosuficiente en el que los intereses de los ganaderos eran los que tenían mayor importancia.
De estos antiguos asentamientos, los únicos vestigios que han llegado hasta hoy son los de un sitio que se conoce como “La Nava”, que ya no está poblado, y cuyos terrenos pasarían a formar parte del término de Madarcos tras despoblarse en el siglo XVII.
Si pasamos al siglo XVIII, según los registros de población hechos en este término, se establece que el asentamiento tuvo una población estable durante ese período.
Por lo que respecta a otras actividades que se ejercían en aquella época, se sabe que en 1751 no había en el pueblo más negocio que una taberna, un molinero, un tejedor de lienzos, un herrero (el mismo que el de Horcajo, vecino de Madarcos), un fiel de fechos y un sacristán. Además, las necesidades sanitarias las atendía el médico de Buitrago, trayéndose de allí igualmente las medicinas.
Al margen de la historia, también se puede señalar que Madarcos ha sido incluido por la UNESCO en la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón. Y, entre las cosas que pueden verse en sus calles, puede encontrarse el Reloj de Vez, es decir, un reloj de sol, que da a conocer una parte del pasado agrícola y ganadero de Madarcos. Está formado por una piedra circular colocada en el suelo y una vara metálica que se alza verticalmente en el centro.
¿Quieres saber más? ¡Escúchanos y no te pierdas a este municipio desconocido!
Conozcamos la historia de Madarcos
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