Conflicto en La Cebada: ¿'niñofobia' por parte del mercado o padres que no supervisan a sus hijos?
Padres y madres que llevan a sus hijos los viernes por la tarde a socializar al mercado se encuentran con reestricciones. La asociación privada que mantiene la concesión municipal explica que incumplen el Régimen Interno
Conflicto en La Cebada
Madrid
Helena Vaella lleva años viviendo en La Latina; tiene una hija de cuatro años. "El barrio es muy turístico y popular los fines de semana, así que los que lo conocemos, encontramos grietas para hacerlo vivible", comenta. Alessandro Marra lleva más de una década viviendo en La Latina; tiene dos niños, de 5 y 9 años. "Los meses en que hace frío, nos resguardamos en el mercado porque es un lugar seguro y los niños pueden estar con otros niños", dice.
Helena y Alessandro son dos de los padres que los viernes por la tarde optan por ir con sus hijos al mercado de La Cebada para socializar. Pero desde hace unas semanas vienen notando "un lenguaje agresivo hacia ellos". Por ejemplo, según nos cuentan, "solo los viernes por la tarde, que es cuando vamos con nuestros niños, hay vigilancia privada que regaña a los niños por hacer cosas de niños".
¿Qué dice la concesionaria?
El mercado de La Cebada está gestionado por una asociación privada que tiene una concesión municipal hasta el año 2041. Marta González Parero es quien está al frente. Nos dice que el problema "no es un problema de 'niñofobia', sino de padres que no son capaces de supervisar a sus hijos". La Ordenanza Municipal de Mercados establece que se puede habilitar un área destinada a actividades culturales, educativas, bienestar social, etc, pero que eso se deja a la libre disposición de la concesionaria. González Parero dice que ella, sin tener ninguna obligación, habilitó ese espacio, "pero no funcionó". Estos son los argumentos de la concesionaria:
Versión de la concesionaria de La Cebada
División entre los propios comerciantes
Varios comerciantes de distintos puestos se quejan de que la concesionaria está dejando morir al mercado, de que apenas hay clientela y de que como algunos puestos tienen asegurado su negocio porque desde hace años son proveedores de establecimientos de la zona, no les interesa revitalizar el espacio. Cecilia, comerciante del puesto Bier Pause, nos da su punto de vista:
Cecilia, comerciante de La Cebada