"Esa indiferencia duele": el activista que denunció LGTBIfobia en Madrid reprocha la falta de actuación de la policía y del restaurante

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Abad ha recordado en Hoy por Hoy Madrid el que, asegura, ha sido uno de los momentos más descargables de su vida. "Ha sido un episodio muy violento, te quedas con la sensación de que esto te tenía que tocar alguna vez, y te ha tocado. También, esa sensación de indefensión por la reacción de los que nos rodeaba, que no es lo que se espera en una sociedad democrática, con valores y principios".

El director del Observatorio valenciano contra LGTBIfobia se encontraba en la capital celebrando el cuarto aniversario con su pareja, un día que nunca pensaron que pudiera terminar en una comisaria de Policía madrileña. Después de haber visitado el Museo del Prado, y haber hecho unas compras en la pinacoteca, decidieron ir a comer a un restaurante en la calle Claudio Coello.

"En cuanto llegamos notamos la incomodidad de la mujer que estaba en la mesa de al lado. Retiraron una cazadora que tenían próxima a nuestra silla, supongo que sintieron asco o rechazo a que estuviéramos allí". Relata Toño que cada poco, la mujer se levantaba para coger cosas de su chaqueta y que, en una de las veces, al volver, dio una patada a una bola con objetos personales -libros de arte que habían adquirido previamente.

Cuando le preguntaron por que había hecho eso, empezó la retahíla de insultos: "Maricones de mierda, quitad vuestra porquería", les espetó. "Insultos propios de determinadas personas que tienen determinada ideología". Se trata de una doble agresión porque también acosó a la pareja de Toño con insultos xenófobos. Asegura que en ese momento, nadie dijo nada y la tensión fue en aumento.

"Que haya indiferencia también duele"

Denuncian que aunque el local no estaba lleno, el resto de clientes y trabajadores se percataron de la situación y nadie hizo nada. "Se estaban oyendo los insultos. Ante la indiferencia de la gente te sientes indefenso". Y afirma que la alternativa del local fue que se cambiaran de mesa. "Eso duele, esa indiferencia...te queda una sensación de violencia más fuerte".

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Abad y su novio decidieron llamar a la Policía cuando una de las dos mujeres les amenazó con el cuchillo de la carne y les dijo que tenía un hermano fuera esperando para darles una paliza. Confirma que incluso delante de los agentes siguió profiriendo insultos. "La Policía tenía que haber actuado inmediatamente y haberla detenido", recalca.

Toño defiende que ante estas situaciones es importante acudir a las autoridades para denunciar este tipo de delitos de odio: "Se da la circunstancia de que soy una persona con cierta visibilidad y ciertos recursos y no cabe otra que denunciar lo que nos pasó".