Madrid

Habrá que esperar a enero de 2024 para que cambie el contrato por el que reciben alimentos las residencias públicas de mayores, las de menores, los centros para personas con discapacidad y los comedores sociales que dependen de la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS). Un total de 83 recursos en los que se sirven más de 9.600 menús al día.

Todo tras las quejas de familias, trabajadores y sindicatos, por la mala calidad de los productos que sirve la Plataforma Femar, una de las adjudicatarias. Ahora la Consejería de Política Social dice que se está trabajando en un nuevo contrato de suministro de alimentación que vendrá con un 25% más de presupuesto, teniendo en cuenta las subidas que ha habido de los precios en los últimos meses. El precio del nuevo contrato ascenderá a 26 millones de euros anuales por encima de los 20,8 millones actuales.

Explican también desde el departamento que dirige la consejera, Concepción Dancausa, que a la hora de evaluar las ofertas de quienes se presenten tendrá más peso la calidad de los suministros, sobre todo que haya productos frescos, frente a la empresa que presente la oferta más barata. Que se van a ampliar los controles, con una visita semanal a los almacenes de cada proveedor, dos controles analíticos mensuales y que se van a endurecer las sanciones si no se cumple el contrato..

Hay que recordar que en octubre del año pasado comenzaron las críticas con el nuevo modelo de proveedor de alimentación. Entonces los mayores de la residencia de Colmenar Viejo hablaban de que la comida era escasa y mala, se sumaron después las quejas de las familias de la residencia de Francisco de Vitoria de Alcalá de Henares, con mayores que habían perdido más de 10 kilos de peso.... después las críticas de los sindicatos de las residencias infantiles, con casos de jamón con moho o chorizo con listeria..... y, por último, en la residencia de Arganda, donde se sirvieron patatas podridas.

Mayores desnutridos

Maite López tiene a su madre en la residencia Francisco de Vitoria de Alcalá de Henares. También tenía a su padre pero ha fallecido hace unos días en el hospital. Maite ha estado denunciando en el pleno del municipio las condiciones en las que estaban sus familiares y el resto de residentes. Llegó a denunciar que su madre perdió 3 kilos en 6 semanas y su padre 10. Ella no se cree este anuncio. "Incredulidad absoluta. Creo que si hay esperar hasta enero de 2024 pues lo mismo que mi padre acabó con desnutrición severa en tres meses, desde que ingresó en diciembre, cuántos ancianos más pueden acabar exactamente igual en nada de tiempo. Creo que se han dado los motivos necesarios para que se cancele inmediatamente ese contrato sin esperar a ver si se ganan o no las elecciones. Por favor que la fiscalía actúe con la mayor celeridad posible", subraya.

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"Es lamentable esperar a enero del año que viene"

En las residencias infantiles tras las navidades los trabajadores han empezado a hacer públicas las denuncias de que la comida que se estaba enviando para los menores era escasa, mala y no acorde a las edades de cada uno de los niños y adolescentes. El responsable de estos centros en el sindicato Comisiones Obreras, Miguel Ángel Martín, critica que haya que esperar hasta enero de 2024 para que cambie el proveedor de alimentos, la Plataforma Femar. "Nos parece absolutamente lamentable que haya que esperar a enero del año que viene para cambiar este contrato de alimentación de las residencias infantiles cuando seguimos recibiendo cada día denuncias de nuestros compañeros de cocina de las residencias públicas que hacen verdaderos milagros para que los niños y las niñas puedan comer con un mínimo de seguridad".

Desde el sindicato CSIT, donde han denunciado en los últimos días la llegada de patatas podridas a la residencia de mayores de Arganda Del Rey, su responsable, Javier González, lamenta que la Administración regional no haya hecho antes los controles que ahora dice. "En lugar de negar la problemática y responsabilizar a los trabajadores de los centros que vienen advirtiendo ese mal funcionamiento del servicio de la empresa proveedora lo que debería haber hecho (la Consejería de Política Social) desde septiembre de 2022 es realizar esas labores de control inspección y seguimiento que ahora anuncia que va a poner en marcha", concluye.

La oposición ve electoralismo

Para el diputado de Más Madrid responsable de Políticas Sociales, Emilio Delgado, lo anunciado responde a electoralismo. "Lo que le preocupa a Ayuso ahora no es el cuidado de los mayores, que le ha preocupado bien poco a lo largo de toda la legislatura, le preocupa la factura electoral que le pueda pasar a su partido el maltrato al que ha sometido a las personas mayores en la Comunidad de Madrid. Entonces la conclusión es evidente si obtiene el respaldo que espera en las urnas volverá a olvidarse de las personas mayores".

En Unidas Podemos su portavoz, Alejandra Jacinto, también hace la lectura de que el anuncio tiene mucho que ver con que dentro de poco más de un mes haya elecciones. "Pensamos que una cuestión como es darle comida podrida a nuestros mayores se tiene que acabar con ello de forma inmediata. Prometer que dentro de un año van a intentar a ver si pueden dejar de dar comida podrida creo que es absolutamente mezquino e inhumano. A nuestros mayores hay que tratarles bien, necesitamos que haya un Gobierno de cuidados que les trate bien".

En el Partido Socialista su portavoz, Juan Lobato, promete eliminar este tipo de contratos si gana en las elecciones. "Todo mi compromiso de que vamos a eliminar estos contratos y se va a tratar, por fin, como merecen con dignidad y con respeto a las personas mayores de nuestra comunidad".