Mar Caro, funcionaria de Madrid III: "La gente todavía se sorprende porque una mujer quiera ser funcionaria de prisiones"
Es una de las 170 funcionarias en la cárcel de Valdemoro que habla en SER Madrid Sur sobre su trabajo y de algunos problemas actuales de las prisiones como el abordaje de la salud mental de los reclusos
Entrevista con Sergio García, delegado sindical de CSIF en el Centro Penitenciario Madrid III, y Mar Caro, funcionaria de presiones en este centro.
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Valdemoro
“La gente se sorprende de que una mujer opte por ser funcionaria de prisiones, porque es una profesión desconocida, sobre todo en la mujer, lo primero que te preguntan es si estás en contacto con presos masculinos, porque se creen que sólo estamos con mujeres”, cuenta Mar Caro, funcionaria de prisiones en el Centro Penitenciario Madrid III de Valdemoro.
Aunque no es muy conocido, lo cierto es que cada vez son más mujeres las que aprueban la oposición para convertirse en funcionarias de prisión, un trabajo que les puede llevar a un centro de reclusión femenino o masculino, como es el caso de Caro, quien forma parte de los casi 500 funcionarios, de los que 170 son mujeres, que trabajan en la prisión de Valdemoro.
Allí realizan su función en la parte administrativa o en cualquiera de los doce módulos del centro. Caro quiere dejar claro que las funcionarias hacen el mismo trabajo que “un funcionario hombre”, salvo “el cacheo con palpación, porque nosotras no podemos tocar al interno, igual que ellos no pueden tocar a internas, el resto es el mismo trabajo”. Cachean con “raqueta” para detectar si la persona lleva algún objeto metálico e igualmente hacen registros en las celdas.
Su decisión de elegir este trabajo sorprendió a amigos y familia, pero ella que se había licenciado en Derecho, lo tenía claro, buenas condiciones laborales y una profesión interesante por el contacto con los reclusos y sus problemas. Ahora reconoce estar muy satisfecha. “El trato con los internos bien, me siento respetada, y con los compañeros también estoy muy contenta”, cuenta.
Junto con ella, en los estudios de SER Madrid Sur, Sergio García, delegado sindical de CSIF Prisiones en el Centro Penitenciario Madrid III, asiente ante sus palabras y subraya el desconocimiento de la profesión. “La gente te pregunta si llevas armas, si vas con porras, pues no, nuestro trabajo necesita pericia, experiencia, empatizar con los internos e intentar solucionarles las demandas, porque es la mejor manera para hacerte respetar en un módulo, es lo que valoran los internos, no es un trabajo de utilizar la fuerza como se piensan en la calle”.
El problema de la salud mental de los internos
Entre las demandas de este colectivo García destaca la consideración de agente de la autoridad, “estamos pendientes de conseguirlo”, nos dice, “y la falta de medios en todas las prisiones de España”. Pero si hay algo que realmente les preocupe es el problema de la salud mental de los internos. El representante sindical afirma que es una situación generalizada en las prisiones de todo el país, porque cada vez hay más internos con problemas de salud mental y múltiples adicciones. “Nosotros no estamos preparados como funcionarios de prisiones para atenderles” y faltan psicólogos y médicos en los centros para estas personas. De hecho, dice que la mayoría de las agresiones son de “este tipo de perfil y de internos”.
Como reconoce Caro, “nosotros no estamos cualificados para su tratamiento y eso a ellos también les perjudica, se les trata como a otro interno más y realmente no lo son”. Por eso, García insiste en que “para que haya un tratamiento y una reinserción adecuada y acorde con lo que se vende, tiene que haber recursos e invertir en prisión”. En el centro de Valdemoro ahora la situación “no está mal”, hay cuatro médicos, aunque después del verano se jubilarán dos y la cosa estará más ajustada, indica.
A pesar de los inconvenientes, ambos reconocen que les gusta el trabajo que hacen, aunque si dicen que para elegir esta profesión, muchas veces, necesitas conocer a alguien que la ejerza “para que te animes, porque al principio tira para atrás”. En ella se entra porque la conoces a través de otra persona, por las buenas condiciones laborales o porque se convierte en una salida para promoción, si tienes ya una carrera.
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