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¿Cumplía la decoración con la normativa municipal? Todo lo que sabemos sobre la investigación del incendio en un restaurante italiano de Manuel Becerra (Madrid)

Dos personas han muerto y ocho personas continúan ingresadas en el hospital. Cuatro de ellas siguen en la Unidad de Cuidados Intensivos y otras tres en las unidades de quemados

Imagendel exterior del restaurante donde se produjo un incendio en el que murieron dos personas en la glorieta de Manuel Becerra en Madrid. EFE/ Fernando Villar / FERNANDO VILLAR (EFE)

Imagendel exterior del restaurante donde se produjo un incendio en el que murieron dos personas en la glorieta de Manuel Becerra en Madrid. EFE/ Fernando Villar

La investigación de la Policía Científica se centra en determinar si la decoración del local incendiado la noche del viernes en el centro de Madrid y que dejó dos muertos y varios heridos cumplía con la normativa municipal. El testimonio de los testigos coincide con las fotografías del restaurante en sus redes sociales: del techo del establecimiento colgaban numerosas plantas de plástico, simulando un bosque artificial.

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La decoración de este tipo de establecimientos abiertos al público debe tener unas características concretas para evitar la expansión de las llamas, como ha explicado en Radio Madrid Joaquín Sáez, ingeniero de edificación y, durante muchos años, oficial de bomberos y responsable de la Unidad de Inspecciones de Prevención de Incendios en el Ayuntamiento de Madrid.

La primera característica es que debe estar hecha de materiales que tengan dificultad para prender; la segunda es que, en caso de incendio, la toxicidad de los gases que emita sea mínima; y la tercera es que los materiales tengan condiciones de "no goteo". Es decir, que no permita la caída de lágrimas de fuego incandescente hacia el suelo. "La decoración es como si hubiéramos colgado pólvora del techo", concluye Joaquín Sáez.

¿Tenía el local licencia de cocina?

El local sí cuenta con licencia de cocina, aunque en las últimas horas se ha distribuido por redes sociales una imagen donde se dice que el establecimiento era un "bar sin cocina". La realidad es que el local cuenta con licencia de cocina desde el año 1997, como ha publicado el diario El País. El restaurante estaba autorizado, por tanto, a tener una cocina equipada con cuatro fuegos, una plancha de gas butano y un horno eléctrico. Cuando se traspasa un local -como es el caso, porque éste fue inaugurado en enero de 2022, con el nombre Burro Canaglia- la licencia NO se pierde siempre y cuando se ejerza la misma actividad. Según fuentes municipales, el epígrafe "bar sin cocina" corresponde a la descripción que realiza el censo de locales, una cuestión que "no tiene nada que ver con la licencia ni con urbanismo" y que, añaden, "puede ser un error".

¿Por qué no había salida de emergencia?

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, confirmaba la mañana del sábado que el local no disponía de salida de emergencia. "Desde el punto de vista de la normativa, no era necesario", atendiendo a las dimensiones del establecimiento y el número de comensales. Según la normativa municipal, todo local de superficie útil por planta igual o superior a los 300 metros cuadrados, tienen la obligación de disponer de salida de emergencia. El restaurante incendiado este viernes en la Plaza Manuel Becerra de la capital no alcanzaba esa superficie. No tenía, por tanto, obligación de disponer de salida de emergencia.

¿Se han hecho inspecciones al local?

En el portal de datos abiertos del Ayuntamiento de Madrid, constan dos inspecciones realizadas sobre el establecimiento ubicado en el número 16 de la Plaza Manuel Becerra de la capital. La primera, realizada el día 1 de abril de 2022; la segunda, apenas un mes después, el 26 de mayo de 2022. Son, en cualquier caso, inspecciones destinadas a controlar el estado de los alimentos suministrados. No hay datos oficiales sobre cuándo se inspeccionó, por última vez, la estructura y la decoración del local. El Ayuntamiento todavía no lo ha aclarado.

¿Cuál es el estado de los heridos?

Además de las dos víctimas mortales -un chico de 25 años, que llevaba apenas una semana trabajando en el restaurante y una clienta que estaba cenando allí la noche de la tragedia, ocho personas continúan ingresadas en distintos hospitales de la Comunidad de Madrid. Cuatro de ellas están en la Unidad de Cuidados Intensivos y otros tres en unidades de grandes quemados, con quemaduras que varían entre el 8 y el 25% de sus cuerpos.

 
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