Madrid llega al 28M con pocas opciones de cambio
El Partido Popular ha conseguido establecer el marco de la campaña, centrada en la política nacional. Los intentos de la oposición al plantear sus propuestas no han conseguido movilizar al votante de izquierdas
La presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata a la reelección, Isabel Díaz Ayuso (d) y el alcalde de Madrid y candidato a la reelección, José Luis Martínez-Almeida (i) antes de su participación en el desayuno informativo de la tribuna Fórum Europa celebrado este miércoles en Madrid. / Chema Moya (EFE)
No hay nadie en Madrid que tenga la osadía de apostar por que Isabel Diaz Ayuso termine la noche electoral desalojada de la presidencia de la Comunidad de Madrid. La victoria se da por hecha y eso se ha convertido, en este momento, en el único motivo de preocupación de los estrategas electorales del Partido Popular: temen que el relato de un triunfo ya consolidado pueda frenar el trasvase de votantes de VOX hacia el PP o incluso desincentivar a los suyos de ir a las urnas. Esto, según dicen, podría poner en peligro la mayoría absoluta que esperan. No es, desde luego, lo que apuntan los sondeos. Según la encuesta de 40DB para la Cadena SER y El País, los votantes del Partido Popular son los más movilizados. Además, el 86,3% de los que votaron a Ayuso en 2021 están dispuestos a hacerlo de nuevo este 28M.
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En el equipo de la presidenta se felicitan por haber sido capaces de establecer, una vez más, el marco de la campaña. Tenían enfrente a una izquierda más propositiva, centrada en hablar de los problemas reales de los madrileños y en la gestión de Ayuso como presidenta. La campaña, sin embargo, ha transcurrido por el territorio que quería el PP: las elecciones autonómicas se han convertido en un plebiscito sobre Pedro Sánchez, azuzado además por la inclusión de antiguos miembros de ETA –algunos, condenados por delitos de sangre- en las listas de Bildu. ETA, una organización terrorista desaparecida hace doce años, y Bildu, una formación política que se presenta a más de 400 kilómetros de Madrid, han sido los protagonistas de las últimas dos semanas. Y esto agita al votante tradicional del PP y permite a Ayuso reforzar su imagen de contrapeso institucional de Pedro Sánchez.
La mayoría absoluta: una aspiración posible
El Partido Popular pretende ser el dueño y señor de todo el espacio político de la derecha en Madrid. “Esta vez, no podemos permitirnos dividir el voto”, dice su candidata a las elecciones autonómicas. Según Ayuso, “han sido años terribles, durísimos, con todo en contra y podríamos haber llegado aún mucho más lejos”. Más allá de los llamamientos al voto útil, el Partido Popular anda con tientas a la hora de dedicar críticas a la extrema derecha. No son equiparables a los decibelios que dedica cuando habla de la izquierda. Por un lado, son conscientes de que la inmensa mayoría de votantes de VOX son votantes del PP que abandonaron el partido y quieren que regresen a casa. Por otro, saben que la puerta de Rocío Monasterio es la única a la que podrán llamar si necesitan su apoyo.
La izquierda cae en el desánimo
No hay ni una sola encuesta que apunte a que los tres partidos de izquierda tengan alguna opción de sumar una mayoría alternativa. La batalla ha quedado reducida a la disputa del liderazgo de la oposición entre Más Madrid y Partido Socialista y a la entrada –o no- de Podemos en la Asamblea. El equipo de Mónica García está convencido de que los madrileños revalidarán la confianza depositada en el partido mientras apelan al voto de “cada átomo progresista”. “No podemos bajar los brazos, no podemos dar la Comunidad de Madrid por perdida”, dijo Mónica García en su entrevista en La Ventana de Madrid. Por su parte, el PSOE llega a la cita electoral con poco optimismo. En el mejor de los casos, esperan mantener buena parte del poder municipal en el llamado "cinturón rojo" del sur y ciudades importantes como Alcalá de Henares. Creen que eso impulsará también la candidatura de Juan Lobato a nivel autonómico. Hay algunas -como Leganés o Móstoles- que están puestas en el punto de mira del Partido Popular.
La formación de Alejandra Jacinto confía en obtener el 5% de los votos necesarios para tener representación parlamentaria. En Podemos están satisfechos con el papel desempeñado estos días por su candidata, especialmente, en el debate de Telemadrid. Ella fue la protagonista de uno de los momentos más destacados al tratar de regalarle a Ayuso el libro “Morirán de forma indigna”, escrito por el exconsejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero, y donde detalla la intrahistoria de los llamados “protocolos de la vergüenza”. Así se conoce a los protocolos dictados desde la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid para prohibir el traslado a los hospitales a los mayores con COVID que vivían en residencias.
La campaña electoral ha durado quince días y no ha servido para agitar el tablero político de la Comunidad de Madrid: ni Isabel Díaz Ayuso tiene garantizada la mayoría absoluta ni la izquierda ha logrado movilizar el voto para ser alternativa de Gobierno.
