Los afectados por el Bosque metropolitano creen que el Ayuntamiento de Madrid está actuando con discrecionalidad para favorecer a unos propietarios frente a otros
Tras años de expropiaciones no se fían de los planes municipales y seguirán intentando negociar un justiprecio que no hable de la custodia del territorio
"Si el Ayuntamiento me hace una buena oferta, estoy dispuesta a escuchar"
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Madrid
Están en liza diez millones ocho cientos mil metros cuadrados de titularidad privada sólo en el Norte . Parcelas de todo tipo: más grandes, más pequeñas; cultivadas, o sin cultivar. Todas a la espera de tiempos mejores o de una mayor especulación. "No nos oponemos al Bosque Metropolitano, sólo queremos hacer valer lo nuestro", de esta forma se expresa Galo Montes, el presidente de la Asociación de Afectados por el Bosque Metropolitano. Una organización que se formó cuando el Ayuntamiento de Madrid, entonces formado por Ciudadanos y el Partido Popular, sacó a la luz la idea de que una zona arbolada rodeara la capital a lo largo de 75 kilómetros. Un propósito lleno de buenas intenciones como lo explica la web madrid.es: "Una infraestructura verde (...) que contribuirá al reequilibrio de la ciudad, a la reducción de las emisiones de CO2, a la lucha contra el cambio climático, a la restauración ecológica y paisajística de zonas degradadas y a incrementar la oferta de itinerarios peatonales y ciclistas, así como beneficiar a la salud de la población". A la lectura de estas líneas, cualquiera no se apunta. Sin embargo, no todo es tan fácil, si se tiene en cuenta que muchos de los metros cuadrados donde se pretende implantar esta zona verde tienen propietario.
A la asociación pertenecen 300 familias. Maribel López Montero es una de las fundadoras y está en posesión de las escrituras más antiguas de la zona. Me las enseña orgullosa. Son unos manuscritos del siglo XVII y del XVIII amarilleados por el tiempo pero en los que se puede leer que aquellos terrenos tenían su valor en maravedíes. No podemos saber si los descendientes de Maribel atesorarán como ella los pergaminos y tampoco los terrenos. "Yo recibí de mis padres una herencia, y gracias a mi trabajo, no he tenido que malvender nada de mi patrimonio. E igual que lo he recibido yo, me apetece que mi familia lo reciba. No somos grandes propietarios, pero nos viene de padres a hijos. No quiero que nos avasallen como lo han hecho siempre. Si el Ayuntamiento nos hace una buena oferta, me lo pienso" . La cuestión es que hasta ahora, el Ayuntamiento no ha hecho esa buena oferta. "No quieren compensar a todos los propietarios por igual. A algunos, y no sabemos por qué razón, se les favorece para que creen centros hípicos con restaurante en los cuales también se puedan celebrar bodas" según apunta Galo Montes. Otro de los perjudicados es Pedro Zugasti, responsable de Apas (Asociación para la Promoción de Actividades Socioculturales), al cual se le denegó en 2015 el permiso para organizar junto al Parque de la Cuenca Alta del Manzanares un centro de interpretación de la naturaleza. "Me dijeron que si todas los días 40 escolares pisaban esos terrenos, ello tendría consecuencias irremediables sobre el ecosistema. Pero entonces yo me digo, las visitas al bosque metropolitano van a ser mucho más abundantes. Se prevé además la construcción de senderos para el paseo y práctica del deporte ¿eso no tiene ninguna consecuencia sobre el medioambiente?"
A lo largo de los años y conforme Madrid iba desarrollándose hacia el Norte, los vecinos de Fuencarral han ido despojándose de sus tierras. Unas veces por obligación como fue para la construcción del Hospital de la Paz o del Ramón y Cajal, de ciertas partes de Mirasierra; u otras por expropiación, para el desarrollo del Barrio del Pilar, de la Estación de Chamartín-Clara Campoamor, o de la Universidad Autónoma. Estos vecinos y sus descendientes quieren hacer valer sus derechos y defienden un justiprecio. Es decir una indemnización por expropiación y no lo que se les ha propuesto hasta el momento: la custodia del territorio, que en su opinión no es sino una expropiación encubierta sin que ellos reciban nada a cambio. En otro sentido, ellos seguirían siendo propietarios, pero no recibirían indemnización alguna.
El Bosque Metropolitano fue una idea que defendió a capa y espada - nunca mejor dicho si pensamos en las escrituras de Maribel López Montero - la ex vicealcaldesa de Ciudadanos, Begoña Villacis. Con la constitución del nuevo Ayuntamiento en el que ya no estará la formación naranja, este área verde es por ahora una incógnita.
Myriam Soto
Redactora de Radio Madrid