Unas 2.000 personas de Getafe y Villaverde marchan contra el espacio de macrofestivales donde se celebrará Mad Cool
El festival tendrá lugar del 6 al 8 de julio y los residentes en los barrios cercanos al recinto denuncian el impacto acústico que sufrirán, además de problemas de movilidad
Jesús García, miembro de la Plataforma vecinal ‘Stop MadCool’, explica el por qué de la marcha contra el espacio de macrofestivales.
Getafe
Unas 2.000 personas, según el Ayuntamiento de Getafe, procedentes del barrio de Getafe Norte y de Villaverde, en Madrid, han participado en la marcha de protesta contra la ubicación del espacio de macrofestivales en unos terrenos próximos a sus viviendas. El Ayuntamiento de Madrid ha ubicado el recinto entre la carretera M-45 y la calle Laguna Dalga, en la colonia Marconi, y aquí se realizará del 6 al 8 de julio, en casi una semana, el festival Mad Cool 2023, además de otros eventos musicales que se realizarán más adelante.
La decisión despertó desde el principio las protestas de los residentes en viviendas cercanas, tanto en Getafe como en Madrid. En la marcha de este martes volvieron a denunciar el gran impacto acústico que, afirman, tendrán los conciertos en sus casas, los problemas de seguridad, limpieza y movilidad que generara este festival y otros de este tipo que se realicen en la zona. En la cabecera de la marcha una pancarta resumía las reivindicaciones vecinales con dos lemas, ‘No a los macrofestivales en nuestros barrios’ y ‘Stop macrofestivales”.
En el manifiesto que leyeron los manifestantes se “este tipo de recintos y sobre todo de actividades no pueden desarrollarse en núcleos de población. Hay que buscar un entrono compatible con el derecho de los ciudadanos y el de las empresas, y éste, desde luego, no es su sitio”. Jesús García, uno de los vecinos afectado, afirma que más de 40.000 personas viven en las zonas próximas al espacio de macrofestivales y denuncia que “los promotores no han tenido en cuenta nuestros barrios, ni nuestras familias, sólo han pensado en el negocio”. La postura contraria a este recinto se basa en el problema de ruido, de día con los ensayos, y de noche, con un nivel de decibelios que considera será insoportable.
La alcaldesa Sara Hernández ha anunciado que realizará mediciones en las viviendas para ver si el ruido generado por el macrofestival supera lo establecido por la ley y la normativa municipal, en cuyo caso abrirá expedientes sancionadores a la organización de Mad Cool. Según aseguran desde el gobierno municipal ni el Ayuntamiento de Madrid, ni los promotores del recinto han contado con el Consistorio getafense para elaborar los planes de impacto acústico, movilidad o seguridad, algo que “generará importantes problemas en la ciudad, indefensión a los vecinos” y al propio Consistorio, según EP.