Caminar solo por senderos o aparcar en lugares habilitados, las buenas prácticas para preservar la Sierra de Guadarrama
Alrededor de dos millones y medio de personas visitan la zona cada año. Por ello, la Comunidad de Madrid ha presentado un decálogo de buenas prácticas para garantizar su protección
Carlos Novillo, consejero de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, habla sobre el Decálogo para la buena conservación de la Sierra de Guadarrama.
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Sierra Guadarrama
La Comunidad de Madrid ha presentado un decálogo de buenas prácticas para contribuir a la protección y preservación del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama (PNSG), un espacio natural que este año celebra su décimo aniversario con una media de visitantes anual de 2,5 millones de personas. Una presentación que ha contando con la presencia del Consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo.
Entre las recomendaciones establecidas por la Comunidad de Madrid destaca la preparación previa de la ruta e ir bien provisto de ropa, comida y bebida; caminar solamente por pistas forestales y senderos; aparcar en los lugares habilitados dejando libres los accesos para emergencias; o no encender fuego ni circular con vehículos a motor. Además, se recuerda que en caso de producirse cualquier incidencia se debe llamar al teléfono 112.
En la Sierra de Guadarrama se encuentran diferentes centros de atención y distribuidos por las zonas más frecuentadas, como Peñalara, Valle de la Fuenfría, La Pedriza y Valle de El Paular, junto con los puntos de información de Valsaín o Canto Cochino.
De forma paralela, también se dispone de un servicio de educadores ambientales que ofrecen una interpretación del entorno y sus valores, así como actividades gratuitas adaptadas a distintos niveles de preparación durante los fines de semana.
El Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama ocupa una superficie de casi 34.000 hectáreas, de las que casi el 64% corresponde a la Comunidad de Madrid y algo más del 36% restante pertenece a Segovia, en Castilla y León. Aquí viven especies de gran valor medioambiental como el buitre negro, la perdiz roja, la cabra montesa o el lobo y se encuentran más de mil especies vegetales, de las que 83 son endémicas de la península ibérica.
