Un estudio de la UAM descubre en un yacimiento de Portugal neandertales que comían tortugas terrestres
Esta investigación refuerza y aporta más datos a este hecho, ya conocido, que demuestra como los neandertales también cazaban animales pequeños y tenían capacidad de adaptación a su entorno como el ‘Homo sapiens’
Entrevista con la investigadora de la UAM, Iratxe Boneta, coautora de un estudio sobre neandertales en un yacimiento de Portugal.
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Alcobendas
Un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), realizado junto con la UNED y la Universidade Aberta de Portugal (UAP), ha descubierto que los neandertales que habitaban el yacimiento portugués Gruta Nova de Columbeira comían tortugas terrestres y no sólo los grandes animales que cazaban. El estudio se ha realizado en este yacimiento del Paleolítico Medio descubierto en 1962 y con más de 90.000 años de antigüedad.
Según ha contado a SER Madrid Norte, Iratxe Boneta, una de las coautoras del estudio, publicado en la revista científica ‘The Anatomical Record’, los resultados de la investigación vienen a reforzar algo que ya se había comprobado y es que los neandertales no sólo se alimentaban de grandes animales, sino que también comían otros pequeños, como tortugas. En la Gruta han encontrado evidencias de que los neandertales que allí estuvieron consumieron tortuga terrestre y “galápago europeo”. Boneta asegura que “esto ya se ha visto en otros yacimientos”, pero con lo descubierto ahora, “se aporta información más concreta sobre los medios de subsistencia y sobre qué tipo de tortugas consumían”.
El hecho de que se alimentarán también de animales pequeños como las tortugas, indica “una adaptación al ecosistema local de los asentamientos de neardentales, algo que tradicionalmente se asociaba en exclusiva a Homo sapiens”, afirma.
Entre las hipótesis que se manejan se encuentra el que fueran los niños del asentamiento los que pudieran realizar la captura de estos animales, cuya carne ofrecía una “cantidad considerable de nutrientes”, además del caparazón que podrían usar después. Algo que no ocurriría con la captura de galápagos que requiere mayor tiempo y esfuerzo, al habitar generalmente aguas estancadas y ser más huidizos.
Boneta recuerda comoe este tipo de investigaciones nos aportan información sobre cómo fueron nuestros ancestros, “nos acerca a ellos” y permite entender mejor la evolución.