El huerto comunitario de Zarzalejo
La crisis de 2009 hizo reflexionar a un grupo de vecinos sobre un modo de vida más sostenible y arrancó este proyecto en el que son socias setenta personas de varios municipios de la Comunidad de Madrid
Uno para todos y todos para una huerta
Madrid
Verónica Hernández no fue de las primeras en participar en los orígenes del huerto, pero ahora forma parte del grupo de agricultura comunitaria en Zarzalejo. Todos los martes del mes acude al Espacio Social La Fuente para recoger su cesta. En ella, esta semana se incluyen delicias tales como tomates, rúculas, sandías, pimientos, berenjenas, calabacines, pepinos, cebollas y peras. Y todo de la mejor calidad. En la Comunidad de Madrid sólo existen dos proyectos agrícolas apoyados por la comunidad. El de Torremocha del Jarama y éste de Zarzalejo. Según su definición, la agricultura comunitaria consiste en una comunidad de individuos que se adhieren a una operación agrícola con los productores y consumidores y se proporcionan apoyo mutuo para compartir los riesgos y beneficios de la producción de los alimentos. Los miembros se comprometen por adelantado a cubrir anticipadamente los costos de la operación agrícola y el sueldo de los trabajadores. En retribución, reciben participación en las utilidades de la granja durante toda la temporada de cultivo.
La de Zarzalejo, es una comunidad, donde las relaciones se realizan de manera horizontal y todos tienden a velar por el interés de los otros, en lugar del por el propio, sólo. Nadie se llevará más kilos en su cesta de los asignados para cada uno ni tampoco se quejará de que no haya productos que no sean de temporada. Esta agricultura de proximidad se basa en esta realidad. Por otro lado, la toma de decisiones se realiza a través de las asambleas, y durante todo el año hay actividades diversas, ya sean alrededor de la agricultura o no.
En estos momentos, Eustaquio es el agricultor jefe, vamos a llamarlo así, pese a que no es jefe de nadie. El está encargado de llevar a cabo las labores propias de su puesto para que los socios puedan disfrutar del producto de sus manos. A pesar de ser sevillano, en este verano tan caluroso, ha decidido madrugar mucho para que la canícula no le coja trabajando. Aprendió el oficio en su tierra, y desde hace unas semanas, otros dos ayudantes colaboran con él. Los socios decidieron hacer una recaudación especial, para que entraran a colaborar en el huerto con el objetivo de que todos se pudieran relevar. El sueldo de los agricultores lo pagan los socios, más de 70, con las ayuda mensual de las cuotas. Al entrar en la CSA se realiza un primer y único pago para la compra de herramienta y de distintos productos necesarios para el huerto. Últimamente, se han realizado mejoras como la colocación de paneles solares que ayuden a bombear el agua del manantial del que detraen sólo lo necesario para cultivar. El agua no se malgasta.
El ejemplo de la CSA parece que está animando a otros en la localidad a trabajar en la agricultura, sin embargo, no bajo el mismo sistema. Sólo el tiempo dirá si este proyecto tiene futuro, por el momento eso parece ya subsiste desde 2011. ¡Enhorabuena!
Myriam Soto
Redactora de Radio Madrid