'El Aguila', la ingente tarea de un centro de educación ambiental
La Comunidad de Madrid posee ocho centros localizados en zonas de gran interés natural. Su propósito divulgar la necesidad del cuidado a nuestro entorno
La labor del CEA 'El Águila'
Madrid
El Centro de educación ambiental 'El Aguila' en Chapinería (2 248 habitantes) se creó a principios de los años 2.000. Está construido en una ladera sobre una inmensa dehesa, y en las horas propicias, se puede avistar el vuelo de águilas imperiales, milanos o ratoneros. Eso sin citar a las luciérnagas. La calidad y variedad de estos ecosistemas junto a las numerosas especies de aves protegidas y hábitats de interés comunitario, ha contribuido a su inclusión en la Red Europea de Espacios Protegidos de la Red Natura 2000. Entrar en sus instalaciones es transportarse a un entorno ideal. Por lo pronto, acceder al interior es escuchar el sonido de un supuesto riachuelo que recorrería el monte, la fauna nos mira. Sobre una roca, la reproducción fidedigna de un lagarto hace preguntarse al visitante si esos reptiles son así de grandes y así de verdes. Si seguimos mirando vemos cómo un ave de enormes dimensiones cuida de sus crías en el nido. Pero todo ello es 'fake', pero necesario para la divulgación. El edificio tiene elementos bioclimáticos, crea electricidad a partir de paneles solares y también utiliza la geotermia.
Al cabo del año, este centro, igual que el resto de su red, realiza numerosas actividades enfocadas a distintos segmentos de la población y del entorno más cercano. Una veintena de municipios, más o menos. La población escolar es sin duda alguna, la parte del león en la que se enfoca la tarea del CEA, el Águila. Uno de sus proyectos estrella es la renaturalización del patio del Colegio Público Nuestra Señora de Navahonda de Robledo de Chavela. Según Ana Elorriaga, la directora del Centro, "el colegio está lindando con un bosque de encinas centenarias, por eso era muy lamentable que nuestro patio fuera todo de hormigón" por eso toda la comunidad educativa, es decir alumnos, padres, enseñantes, el Ayuntamiento, y por supuesto el centro de educación ambiental invirtieron tiempo y voluntad para que la zona se convirtiera en un lugar más amable. "Ahora después del verano, necesita que le demos otra mano para que vuelva a tomar su cariz. Hay más de 20 árboles, plantas aromáticas, jardines verticales, maceteros, para darle un poco más de color y frescor a una zona que antes no la tenía"
Otra de los tareas llevadas a cabo por el centro fue la ruta 'Burro Viejo, caminos nuevos' que recorría cien kilómetros de buenas prácticas medioambientales. "No sólo eso" dice Cristina Ruiz, coordinadora del programa de educación ambiental Sierra Oeste, "también nos interesaba que los proyectos que íbamos visitando en la ruta crearan comunidad, y acercaran a los vecinos entre sí, como es el caso de Aires Serranos , una asociación que está intentando recuperar las tradiciones del folklore de Robledo de Chavela". 'Burro Viejo, caminos nuevos' pronto verá la luz en un documento gráfico en el que los nueve trabajadores del Centro de Educación Ambiental, El Águila, están imbricados.
Myriam Soto
Redactora de Radio Madrid