"Estoy más seco que Carracuca, no voy a un albergue porque me han robado en varias ocasiones. Vivo en un hueco cerca de un cajero"
En Madrid duermen a la intemperie cerca de mil personas. Prefieren buscarse la vida a pesar de la vulnerabilidad de estar al raso
Alejandro, una persona sin hogar
Madrid
Haga frío o calor, Alejandro está en la calle. Ve la vida pasar desde hace tantos años que ni se acuerda. Pertenece a ese 43 por ciento de personas que hace más de tres años que no tiene techo. Cuando se le pregunta sobre las circunstancias que le llevaron a quedarse en la calle, no responde directamente. Quizás no quiere decirlo. Relata episodios deslavazados: "¡Ay, hija! Las cosas de la vida!, me quedé sin trabajo... " El 40 por ciento de las personas sin hogar explica que perder el trabajo fue la causa directa de terminar en la calle; que se acabara el contrato de alquiler, o un desahucio son otros de los motivos.
Entre sus explicaciones inconexas, Alejandro nos dice que durante un tiempo estuvo compartiendo una vivienda con una mujer. "Cobro una pensión por discapacidad, pero no me llega". Esa mujer, asegura, se gastó en un día 600 euros en una casa de apuestas. "Ya le dije, ¡hasta aquí hemos llegado. Ahora no hay ninguna mujer buena. Yo estaría dispuesto a ayudar si encontrara alguna, pero es muy difícil!". Romper esta valla invisible y hablar con una persona que pide en la calle es darse cuenta de que la frontera es muy fina. Los que tenemos casa, y cama miramos desde lejos a estas personas. Nos las encontramos durmiendo en bancos, pidiendo en los semáforos, o discutiendo con seres invisibles por la calle. Alejandro cuenta que no es persona si no se toma, nada más despertar un café. Por cierto, que le cuesta 1,55€. Un hecho que le humaniza porque al resto nos pasa algo parecido.
"Me gustaría comer caliente"
Más información
"Un menú por la zona te cuesta 10 ó 12 pavos, gracias a usted voy a comer hoy, me voy a comprar una barra de pan y algo de embutido, pero me gustaría comer caliente. Llevo ya mucho tiempo sin comer caliente, sólo bocadillos." Lo encontramos en las escaleras de la Iglesia de San José, al parecer "antes" era un bueno sitio para pedir. "Me ganaba unos 30 euros, pero ahora … " Suponemos que quiere decirnos que ahora todo ha subido mucho y que o bien los demás no son tan generosos como antes, o bien el poco dinero que guarda en su usada cartera de cuero, que nos enseña para que comprobemos lo vacía que la tiene, se la va como si fuera arena de playa.
El 15% de las personas que llevan más de tres años en la calle, viven en Madrid. Desde el año 2012, hay un mínimo de 2.873 personas más que llevan más de un año en situación de sinhogarismo: se ha pasado de 15.619 a 18.492 personas. En números absolutos, la Comunidad de Madrid ha pasado de 3.532 a 4.146 personas en situación de sinhogarismo. Si bien estas son las personas que están institucionalizadas. A ellas, habría que sumar un 30 por ciento más, que como Alejandro, no quieren ir a un albergue por los motivos que sean.
Myriam Soto
Redactora de Radio Madrid