Ayuso dará beneficios fiscales para tratar de revitalizar el 'Madrid vacío'

Madrid

Desde que Ayuso llegó a la Puerta del Sol en 2019, se fijó como uno de sus objetivos abordar el despoblamiento del Madrid rural. Un compromiso sin apenas reflejo en medidas concretas, más allá de la creación en 2020 de una comisión parlamentaria para abordar el reto demográfico, que pasó por la Asamblea sin pena ni gloria. Ahora, la Consejería de Economía, Hacienda y Empleo trabaja en un paquete de medidas fiscales que haga más atractivo la vida en los municipios de menos de 2.500 habitantes.

Se trata de dos nuevas deducciones y una bonificación orientados a quienes trasladen su residencia habitual al campo madrileño “para evitar la despoblación”, en palabras de la consejera Rocío Albert. La primera es una nueva deducción en el tramo autonómico del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), de hasta 1.000 euros, para los menores de 35 años que se empadronen allí y lo mantengan como su residencia habitual ese año y los tres siguientes; la segunda deducción se aplicará en los supuestos de compra o rehabilitación de una vivienda para residencia habitual, que podrá llegar al 10% del coste, con un límite de 1.500 euros, pero sin requisito de edad; además, el Gobierno regional bonificará al 100% en esas zonas los impuestos ligados a la compra de vivienda –Transmisiones Patrimoniales o Actos Jurídicos Documentados-.

Los tres beneficios fiscales serán compatibles, siempre que se cumplan los requisitos para acceder a cada uno de ellos. La Consejería de Economía, Hacienda y Empleo, que dirige Rocío Albert, ha evitado en un desayuno con periodistas dar una cifra de potenciales beneficiarios, aunque estima que estas tres medidas tendrán un coste de unos 9 millones de euros, en forma de reducción de la recaudación. En total, según la Consejería, en Madrid hay 73 municipios por debajo de los 2.500 habitantes.

Reducción de la tasa de paro hasta en tres puntos y medio

Albert ha fijado como objetivo de su departamento para esta legislatura “lograr el pleno empleo”. Según los últimos datos disponibles, los de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre, la tasa de paro en Madrid está en el 9,56%. Fuentes de su departamento, consideran que esa meta se situaría en una tasa de paro de “entre el 6 y el 8%”. En términos absolutos creen en Economía que bastaría con crear “unos 80.000 empleos” en la actual legislatura.

Para tratar de bajar de las cifras actuales, la Consejería trabaja en un plan de empleo joven, que quiere tener listo a comienzos del año próximo. Contará con una dotación de 200 millones de euros y busca adecuar la formación de los menores de 30 años con los perfiles más demandados en el mercado laboral. “Las agencias de empleo van a hacer itinerarios personalizados”, asegura la consejera.

Economía también quiere fomentar el emprendimiento entre los mayores de 50 años, que a menudo, si son trabajadores por cuenta ajena, se ven expulsados del mercado de trabajo por la vía de la prejubilación. Para ellos, el plan es poner en marcha un centro de talento sénior en Getafe, que les pueda asesorar a la hora de elaborar un plan de negocio y les facilite información sobre ayudas y subvenciones para su puesta en marcha.

Cuenta atrás para los presupuestos

La elaboración de los presupuestos de cualquier administración pública es siempre una cruenta batalla entre pares en la que el villano es siempre el responsable de Hacienda. Los del próximo año, tras la renovación completa del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, no son una excepción, según confirman fuentes de la Consejería de Economía y Hacienda, con cada consejero tratando de rascar fondos para alguna partida.

El calendario que maneja el equipo de Rocío Albert es que el anteproyecto de ley de los presupuestos de 2024 pase por Consejo de Gobierno a finales de octubre y que se aprueben definitivamente en la Asamblea en las últimas semanas de diciembre. Serán las segundas cuentas de Ayuso desde que llegó a la Puerta del Sol, y las primeras en solitario, sin necesidad de negociarlas con ningún otro grupo parlamentario.

Albert ha evitado entrar en magnitudes concretas, pero ha esbozado el peso que tendrán las dos principales áreas de gasto, Sanidad y Educación, que se quedarán con una porción del pastel muy similar a la actual: el 38% del total del presupuesto irá a financiar los programas de salud y el 24% a inversión educativa.